
Luego de regalar via iTunes su último disco de estudio y de embarcarse en su respectivo tour de presentación, el paso siguiente en la carrera de U2 fue anunciar que el 12 de mayo comienza la gira homenaje a los 30 años de The Joshua Tree, en la cual interpretarán las 11 canciones del álbum, entre las que se destacan "Where The Streets Have No Name", "Still Haven’t Found What I’m Looking For" o "With Or Without You".
Y si bien la decisión de salir a desempolvar los éxitos del pasado puede denotar cierto oportunismo (o de carencia de ideas), lo cierto es que no son los primeros en salir de gira a tocar un disco completo años después de su edición original. Inclusive, y en una escala menor, Steve Vai traerá a Sudamérica su Passion & Warfare 25th Anniversary Tour, en homenaje a su disco más exitoso, con tres fechas en Argentina durante el mes de junio (11 en Rosario, 13 en Córdoba y 15 en Buenos Aires).
A continuación, listamos otros ejemplos que van de la celebración merecida y la avidada histórica.
La gira de presentación de The Division Bell fue una de las más taquilleras que haya disfrutado la industria en toda su historia. De marzo a octubre de 1994, la banda liderada por David Gilmour recorrió Estados Unidos, México, Canadá y casi toda Europa con un show de dimensiones espectaculares. El grupo dejaba la primera parte de su set para algunos clásicos y temas de sus álbumes grabados sin Roger Waters y, tras un interludio, regresaba para despacharse con un bloque dedicado a tocar en orden su disco consagratorio. La gira tuvo su edición en doble CD titulado Pulse, cuya primera tirada traía en su lomo una luz roja que llegaba a titilar durante años.
Después de calcar en 2006 el modelo de show que sus ex compañeros explotaron en 1994, el exbajista de Pink Floyd redobló la apuesta cinco años después. Pensado como una manera de hacer justicia a la presentación original del álbum en 1980 (una producción faraónica para la época, que por sus altos costos sólo tuvo una serie reducida de conciertos), la gira de The Wall encontró a Waters al frente de un despliegue escénico nunca visto, con sonido envolvente y un mapping de proyecciones en 4K.
En 1990, "More Than Words", una balada acústica, tomó por asalto todas las radios del mundo. El delicado dueto, interpretado por el cantante Gary Cherone y el guitarrista Nuno Bettencourt, fue casi una “Stairway To Heaven” de los noventa. Sin embargo, el disco en el que estaba incluida la canción tenía otro tono. Pornograffitti fue una aventura conceptual de Extreme con temas de músculo hard rock y pulso funk que abordaban como tópico nodal los excesos que se vuelven rutina en la sociedad norteamericana. Cuando el álbum cumplió 25 años, Extreme salió a festejar el primer cuarto del siglo del álbum que los convirtió en estrellas. La gira, claro, tuvo un tramo latinoamericano con parada en el Teatro Vorterix y su posterior edición en DVD el año pasado.
En 2008, 35 años después de la edición de uno de sus discos más controvertidos, Lou Reed se decidió a girar por Europa junto a una banda de 30 músicos que incluía sección de cuerdas, vientos y un coro de niños. Reed ya había testeado el asunto en 2007, cuando tocó el mismo repertorio durante cinco noches en el St Anne’s Warehouse de Brooklyn, donde el director Julian Schnabel aprovechó la ocasión para realizar un film que registró las presentaciones y que se editó en octubre de 2008.
Cuando se anunció la segunda edición del Crüe Fest, el festival organizado por la banda liderada por Nikki Sixx, el dato sobresaliente fue que iban a interpretar Dr. Feelgood completo para celebrar sus 20 años de vida. El disco fue el que consagró definitivamente a los Crüe, con hits como "Kickstart My Heart", "Same Old Situation" y "Don’t Go Away Mad". Durante toda la gira del festival, su show comenzaba con la intro “T.N.T.” y ellos encerrados en la celda de manicomio que ilustra la contratapa del disco, para luego dar rienda a los diez temas del álbum en el mismo orden que fueron editados en 1989.
Entre 2010 y 2014, la banda liderada por Rivers Cuomo llevó adelante su gira Memories, que engañosamente era el nombre del single de su álbum Hurley (sí, el de la tapa con el personaje de Lost), para tocar completos sus dos primeros discos. La modalidad era la siguiente: se pautaban dos shows en cada ciudad, en el primero era el turno de The Blue Album y en el segundo, de Pinkerton. Al principio fueron unas pocas fechas a fines de 2010 por las principales ciudades de Estados Unidos, pero los muchachos de Weezer se entusiasmaron y en 2011 agregaron más destinos. Llevaron Memories a Japón, regresaron a su patria para sumar otras localidades y en 2014 llegaron con la misma propuesta a Australia y Canadá. ¿Y Sudamérica para cuándo?
Para su gira Time Machine de 2010, el trío canadiense decidió incluir un set con todas las canciones de Moving Pictures, uno de sus discos más emblemáticos y sin dudas el más popular en la vasta discografía de Rush. En su presentación, la banda tocó un promedio de 26 canciones por noche y el show de Cleveland fue filmado para una posterior edición en DVD. La gira duró 13 meses y fue la primera que los hizo debutar en suelo porteño en un inolvidable show en el estadio de GEBA, el 15 de octubre de 2010.
En diciembre de 2015, The Boss publicó The Ties That Bind: The River Collection, un box set ambicioso que contenía su disco doble de 1980 junto con varios outtakes. Fiel a su estilo, Springsteen usó la edición de la caja como excusa para salir de gira interpretando el álbum completo en shows que, al igual que en su época, podían llegar a durar cuatro horas. No fue la primera vez que el músico de New Jersey se embarcó en algo así: en el tour Wrecking Ball (que tuvo su escala porteña en 2013), Springsteen elegía noches al azar para interpretar de corrido álbumes como Born to Run, Born in the USA y Darkness on the Edge of the Town dentro de los casi 40 temas que tocaba por jornada.
En el 2012, Hetfield y compañía decidieron celebrar los 20 años (que en realidad eran 21, pero bueno) de su álbum homónimo con una pequeña gira de 11 fechas por Europa. Lo curioso fue que el disco era interpretado en su totalidad pero en orden inverso. "La idea de comenzar con los temas menos conocidos y terminar con 'Sad But True' y 'Enter Sandman' parece la movida de la victoria. Finalizás con el tiro ganador", le dijo Lars Ulrich a Rolling Stone en su momento acerca de la decisión. Aunque la experiencia en el viejo continente fue más que positiva, en Estados Unidos hicieron esa performance solo una vez ese mismo año, en su efímero festival Orion Music + More.
En el tiempo transcurrido entre su separación en 1998 y la publicación de su reciente séptimo disco, la banda de los hermanos Reid tuvo varios regresos intermitentes a los escenarios desde 2007 a la fecha. En una de esas ocasiones, la banda escocesa emprendió por el Reino Unido una gira en la que su álbum debut constituía el núcleo central de sus presentaciones, y la experiencia fue tan fructífera que tuvo su correlato en Estados Unidos al año siguiente.
No fue una gira sino una residencia en Las Vegas. Durante 11 noches entre marzo y abril de 2013, en el Hard Rock de la ciudad del pecado, Def Leppard tocó completo su megaexitoso álbum, que vendió más de 25 millones de copias en todo el mundo y tuvo 7 singles (lo que los ubica en al cima del podio junto a Michael Jackson con Thriller). Durante cada una de esas noches, en la primera parte, el grupo salía a tocar como Ded Flatbird, "el mejor grupo de covers de Def Leppard en el mundo", con un set de lados B y temas poco conocidos. Tras un intermedio, volvía para interpretar los 12 temas de Hysteria en el mismo orden del disco. En octubre de ese mismo año, Viva! Hysteria fue editado en un combo de CD+DVD.
Después de una serie de regresos esporádicos entre 2004 y 2007, en 2009 Black Francis y compañía salieron de gira a celebrar las dos décadas de su segundo disco con una gira de 82 fechas que se extendió durante dos años, en la que el álbum era interpretado en su totalidad junto a los lados B de esa época. Aunque su memorable debut porteño haya sido en 2010, su show en el Luna Park estuvo más cerca de una retrospectiva amplia de su repertorio dada que era la primera vez que la banda pisaba Sudamérica.
Aunque la banda liderada por Bobby Gillespie siempre priorizó rumbear hacia algo nuevo en vez de repetir los yeites del pasado, no pudo evitar la tentación de emprender una gira que celebrase su álbum más conocido. Nobleza obliga, aunque en estudio la mezcla entre acid house, góspel, blues y rock funcionó de manera soberbia, trasladar ese mismo crossover a los escenarios no siempre tuvo saldo positivo, como se pudo ver en su show en GEBA en 2011.
Al momento de su publicación en 1997, el tercer disco de Spiritualized fue la obra más ambiciosa jamás pergeñada por Jason Pierce. Con iguales dosis de ruido, drone y arreglos orquestales, el álbum sólo pudo ser presentado en vivo de manera fidedigna pocas veces en su época. En 2009, después de que el festival All Tomorrow's Parties invitase a la banda a repasar la obra en su totalidad y con un ensamble de dimensiones considerables, Pierce consideró que la idea era lo suficientemente buena como para llevarla de gira por Inglaterra y Estados Unidos.
Pete Townshend se caracteriza por obstinarse con sus propios proyectos. Como si hacer una ópera rock con The Who no fuera suficiente, hizo dos. Y en más de una ocasión las volvió el eje de las giras de la banda británica. Tommy fue el centro de sus presentaciones entre 1969 y 1970, tuvo su relectura a fines de los 80 con un elenco de invitados, y volverá a ser el centro de atracción en su tour británico de este año. Quadrophenia, en tanto, más complejo en su propuesta y su sonido, tuvo una relectura acústica y sinfónica a la vez en 1996, y luego regresó en formato completo en 2013.