
A primera vista, la discografía de Spiritualized es un corpus homogéneo en el que el ruido, el cosmos, las referencias religiosas y el consumo de opiáceos se repiten sin solución de continuidad. Con una mirada un poco más aguda, es posible encontrar pinceladas que conectan ya no solo con la fantasía sino también con las experiencias reales de Jason Pierce, que a veces llevó al borde de la literalidad la noción de poner el cuerpo en pos de la obra.
Y si bien recomendamos zambullirse de lleno en los discos de Spiritualized (o, para ser más correcto, flotar con ellos en el espacio), este listado intenta jerarquizar sus ocho trabajos de estudio en orden de grandeza... y quizá también en pies de altura.
8 - Amazing Grace (2003)

Jason Pierce había necesitado cuatro años y más de un centenar de músicos para darle forma al cuarto disco de Spiritualized, así que se prometió hacer las cosas con austeridad y urgencia en su sucesor. Amazing Grace prometía ser una celebración de las raíces garage del grupo, y la fórmula salió bien en "She Kissed Me (It Felt Like a Hit)" y "Cheapster", pero de a poco pierde la gracia por repetición. Algunas baladas devocionales ("Lord Let It Rain on Me", "Rated X", "Hold On") funcionan por contraste, hasta que entran en modo automático (como en "Lay It Down Slow", encargada de cerrar el disco) y hacen que una buena idea se pierda víctima de su propia ejecución.
7 - Songs in A&E (2008)

Luego de la austeridad, la abundancia. Pierce había empezado a trabajar en el sucesor de Amazing Grace en 2005, hasta que una neumonía severa lo dejó al borde de la muerte. El título del disco hace alusión a la sala de urgencias hospitalaria en la que pasó tres semanas en recuperación y, aunque gran parte del álbum se compuso antes de este incidente, la pelea por su vida atraviesa el disco. Al margen de los chispazos eléctricos de "You Lie You Cheat" y la radio friendly "Soul on Fire", el ritmo de "Death Take your Fiddle" está sostenido por el ruido de un respirador artificial, y "Sitting on Fire" parece cantada desde una agonía real. Con su creador de vuelta en el ruedo, Spiritualized grabó su disco más honesto... pero también el más difuso.
6 - Pure Phase (1995)

El segundo trabajo de Spiritualized es un álbum de transición en más de un sentido. Por un lado, se fueron los músicos que acompañaban a Pierce desde el final de Spacemen 3 y se acoplaron quienes serían sus laderos en los siguientes cinco años. Por el otro, comienza a tomar forma el imaginario que marcaría un límite entre un proyecto y otro. Entre drones extendidos, fanfarrias orquestales y levitaciones químicas, las canciones de Pure Phase por momentos son pequeñas grageas de un collage sonoro de una banda que se reparte entre lo que supo y lo que quería ser. Y en el medio de todo ese caos, "Lay Back in the Sun" y la enseñanza de que el grado de diversión es acorde a la calidad de las drogas.
5 - Let It Come Down (2001)

La secuela del éxito no fue fácil para Spiritualized. Ladies and Gentlemen... le valió los laureles en 1997, pero también le costó a Pierce perder a toda su banda, incluida su por entonces pareja, la tecladista Kate Radley. A lo largo de cuatro años, J. Spaceman requirió el servicio de 115 músicos para dar forma a una obra ambiciosa y edificada sobre el concepto de la pared de sonido de Phil Spector en que hasta los estallidos eléctricos más crudos tienen de fondo un espeso telón de vientos, cuerdas y un coro gospel. Plantado en el lugar de director de una orquesta interplanetaria, Pierce logró tejer canciones de una magnitud notoria ("Don't Just Do Something", "Out of Sight", "On Fire") y volvió a darle una nueva vida a "Lord Can You Hear Me", una canción que había compuesto y grabado originalmente con Spacemen 3.
4 - Sweet Heart Sweet Light (2012)

"No de nuevo", decía. En 2011, una hepatopatía volvió a dejar a la salud de Pierce en la cuerda floja y el proceso de sanación personal fue también artístico. Con la dirección de cuerdas a cargo de las islandesas Amiina como valor agregado, las canciones adquieren una nueva complejidad: a lo largo de sus casi nueve minutos, "Hey Jane" se desarma y se vuelve a ensamblar sin perder el eje, "I Am What I Am" lleva a un yeite de piano de Dr. John a un terreno asfixiante (a tono con el desenlace de su videoclip) y "So Long You Pretty Thing" le da al cierre una atmósfera cinematográfica.
3 - And Nothing Hurt (2018)

"Siento que todos los discos que hice demandaron una responsabilidad y eso fue cada vez mayor con el correr de los años", le dijo Pierce a Silencio en 2018 para intentar explicar los seis años que separan a And Nothing Hurt de su antecesor. Sin un gran presupuesto a disposición, J. Spaceman grabó parte del álbum en una laptop, y acudió al estudio sólo cuando la situación lo ameritaba y el bolsillo lo permitía. Así y todo, logró dar forma a su trabajo más completo en mucho tiempo en el que "A Perfect Miracle", "I'm Your Man", "Here It Comes (The Road) Let's Go" y "The Morning After" condensan todas las aristas que el grupo tuvo a lo largo de su carrera. En algunas ocasiones, Pierce deslizó que podría tratarse del último de su carrera, una noticia que nadie querría tomar por cierta, pero en caso de que así fuere, tendría en este disco el epílogo más digno posible.
2 - Lazer Guided Melodies (1992)

Si en el último disco de Spacemen 3 Jason Pierce y Peter Kember compusieron y grabaron por separado dejando un lado del vinilo para cada uno, Lazer Guided Melodies profundiza cuál era la visión creativa que J. Spaceman tenía en mente. Con varios de sus excompañeros a bordo y con su novia a cargo de los teclados, Pierce empezó a dar forma a lo que Simon Reynolds bautizó como "góspel del siglo XXI", con las 12 canciones del disco agrupadas de a tres en solo cuatro tracks del disco (indicados a su vez por color: rojo, verde, azul y negro). El blues espacial, el motorik anfetamínico y las alegorías religiosas como pedido de redención final trazan la continuidad con el pasado, pero la aparición de violines, saxos y trompetas ofician también del sendero que comenzarían a transitar cada vez con más frecuencia.
1 - Ladies and Gentlemen We Are Floating in Space (1997)

Con la herida abierta por su separación de Kate Radley, Pierce hizo del tercer disco de Spiritualized su propio Blood on the Tracks de venta libre. Pensado como una gragea para "tratar el corazón y el alma", como indica su booklet / prospecto médico, Ladies and Gentlemen... es el derrotero del via crucis emocional de su creador. A lo largo de 70 minutos, los climas se entrecruzan y las emociones también: hay desolación desgarradora en "Broken Heart" y "Stay With Me", pero también fanfarrias épicas ("Come Together"), brotes de rabia garagera ("Electricity"), orquestas perdidas en medio de ruido blanco ("No God Only Religion"), nubes de estática en las que se entrelazan el noise con el free jazz ("The Individual") y un cierre en el que el blues cajun se eleva hacia el cosmos con el piano de Dr. John como nave nodriza ("Cop Shoot Cop...").