A casi tres años exactos del incidente que devino en una fractura en una de sus piernas, anoche Dave Grohl volvió a caerse de un escenario… o al menos eso le hizo creer a sus fans. En un show en Gotemburgo, Foo Fighters comenzó su show en el Ullevi Stadium con su líder tropezándose y cayendo desde una pasarela a la fosa. Pequeño detalle: se trataba de una broma ejecutada con un doble de riesgo.
El chiste de Grohl y compañía fue una suerte de celebración de un aniversario poco feliz. El 12 de junio de 2015, la banda se presentó en ese mismo lugar. A la hora de “Monkey Wrench”, la segunda canción de la lista, el cantante se cayó del escenario y tuvo que ser asistido tras bambalinas. Después de algunos temas, el ex Nirvana regresó al escenario y completó el show sentado en una silla, mientras un médico le sostenía una férula para contenerle la pierna.
Después de tener que suspender algunos shows de su gira europea, entre ellos, uno como headliners de la edición 2015 del festival Glastonbury, Foo Fighters retomó su actividad en Estados Unidos de una manera especial: su líder y vocalista interpretó cada show sentado en un trono allá Game of Thrones, reemplazando las espadas fundidas por mástiles de guitarras y rayos láser, algo que el propio Grohl reconoció fue producto de estar “más drogado que la mierda” con morfina y otros opiáceos.
La gira actual de Foo Fighters, en la que se encuentran presentando Concrete and Gold, por su parte, ya los tuvo en la Argentina junto a Queens of the Stone Age en el estadio de Vélez Sarsfield.