
Taylor Hawkins, baterista de Foo Fighters, murió ayer viernes por la noche en Bogotá, Colombia, por causas que aún se desconocen. Tenía 50 años.
“La familia de Foo Fighters está devastada por la trágica y prematura pérdida de nuestro amado Taylor Hawkins”, comienza el comunicado que el grupo publicó en sus redes sociales. “Su espíritu musical y su risa contagiosa vivirán con nosotros para siempre. Nuestro corazón está con su mujer, sus hijos y su familia, y pedimos que su privacidad se trate con profundo respeto en estos tiempos difíciles”.
A las 19:21 hora local, el periodista colombiano Elkin Arciniegas informó en su cuenta de Twitter que "un miembro" de la banda, que había viajado a Colombia como parte de su gira sudamericana para participar de la fecha final de Estéreo Picnic, "requirió asistencia médica en el hotel" en que se aloja la banda, en el norte de Bogotá. Dos horas y media más tarde, a la medianoche argentina, el grupo publicó el comunicado informando la muerte de Hawkins en sus redes sociales.
A estas horas, "un cuerpo de investigación de policía judicial y forenses de medico legal y de medicina legal se trasladan al hotel para realizar el levantamiento del cuerpo", informó el medio colombiano Semana, sin que hasta el momento se difundiera mayor información sobre las causas de muerte.
Taylor Hawkins, que tocó con Foo Fighters en el show que el grupo diera hace menos de una semana en la Argentina como cabezas de cartel de Lollapalooza, había entrado a la banda en 1997 y se mantuvo como baterista y corista hasta la actualidad. Su aporte en estudio comenzó como invitado del disco The Colour and the Shape, en los temas "Requiem", "Drive Me Wild" y "Baker Street" para después sumarse como miembro estable.

Taylor Hawkins junto al resto de los integrantes de Foo Fighters, durante su show en Lollapalooza Argentina. (Foto: Rodrigo Alonso)
Antes de comenzar su vínculo con Foo Fighters, había sido baterista de Alanis Morissette entre 1995 y 1997. En el último show que dio en Argentina con la banda liderada por Dave Grohl se había hecho cargo de las voces, como ya era costumbre en el segmento de covers, de “Somebody to Love”, de Queen.
Su paso por las ediciones sudamericanas de Lollapalooza comenzó el sábado 19, en Santiago de Chile, y finalizó el domingo 20 en el Hipódromo de San Isidro. La suspensión por lluvia de la primera fecha del festival paraguayo Asunciónico, el martes pasado, convirtió al show de Foo Fighters en Argentina en el último que tuvo a Taylor Hawkins en batería.