01/07/2019

La discografía de Taylor Swift, en manos de su peor enemigo

"Mi legado musical está por quedar en manos de quien intentó desmantelarlo", escribió la cantante.

Spotify / Gentileza
Taylor Swift
Spotify / Gentileza

Taylor Swift publicó ayer domingo una carta abierta en la que dijo sentirse "asqueada" por la venta del sello que controla los derechos de su discografía, Big Machine Records, al productor Scooter Braun, a quien acusó de hostigarla durante años.

Hasta ayer, Big Machine pertenecía a Scott Borchetta, un ejecutivo de la industria discográfica de Nashville que renunció a su trabajo en DreamWorks Records en 2004 para formar su propia empresa. Taylor Swift, que entonces tenía apenas 15 años, fue la primera artista en firmar con el sello. El contrato indicaba que los masters quedarían bajo propiedad de la compañía, una cláusula abusiva aunque común en los acuerdos con músicos en ascenso.

"Durante años rogué por la oportunidad de ser la dueña de mi obra. En cambio, me ofrecieron volver a firmar con Big Machine Records y 'recuperar' un álbum por cada disco nuevo que entregara", explicó la cantante en su cuenta de Tumblr. "Debí tomar la dolorosa decisión de dejar atrás mi pasado. La música que escribí en el piso de mi habitación, y los videos que soñé y pagué con el dinero que gané tocando primero en bares, después en discotecas, después en estadios".

"Cuando dejé los masters en manos de Scott, acepté el hecho de que eventualmente los pudiera vender. Nunca en mis peores pesadillas imaginé que el comprador iba a ser Scooter", agregó. Braun, que representa a artistas como Justin Bieber, Ariana Grande, Demi Lovato y Carly Rae Jepsen, habría pagado unos 300 millones de dólares por la compañía, según publicó The Wall Street Journal.

En la carta, Taylor Swift repasa algunas de las situaciones de bullying que sufrió en los últimos años y por las que responsabiliza a Braun. "Como cuando Kim Kardashian orquestó la grabación de una llamada telefónica para filtrarla y luego Scooter usó a dos de sus clientes [por Bieber y Kanye West] para hostigarme en las redes sociales. O cuando Kanye grabó un video de pornovenganza para mostrarme desnuda. Ahora Scooter se quedó con el trabajo de toda mi vida, al que no tuve la oportunidad de comprar. Esencialmente, mi legado musical está a punto de quedar en las manos de quien trató de desmantelarlo".

"Por suerte, ahora firmé con un sello que cree que debo poseer todo lo que hago. Por suerte, dejé mi pasado en las manos de Scott, pero no mi futuro. Y espero que los jóvenes artistas y niños con ilusiones lean esto, y aprendan a protegerse mejor a sí mismos en una negociación", completó. Lover, que saldrá a la venta el próximo 23 de agosto, será el primer álbum de Swift bajo su nuevo contrato con Universal Music, según el cual todas las grabaciones originales serán propiedad de la cantante.

Scott Borchetta aseguró que no era cierto que la cantante se hubiese enterado de la venta de Big Machine Records al mismo tiempo que el resto del mundo, tanto porque él se lo anunció por un mensaje de texto como porque el padre de Swift lo sabía hacía cinco días. En un texto titulado "Bueno, es hora de algunas verdades" publicado en el website del sello, el ejecutivo también desmintió los términos del contrato que le había ofrecido a la estrella. "El 100% de todos los activos de Taylor Swift iban a ser transferidos a ella inmediatamente al firmar el nuevo acuerdo. Estábamos trabajando juntos en una nueva clase de arreglo para nuestro nuevo mundo de streaming que no estaba necesariamente atado a 'álbumes' sino a una porción de tiempo... Taylor tuvo todas las posibilidades del mundo no sólo de poseer sus masters sino también cada video, fotografía y todo lo asociado a su carrera. Ella eligió irse".

El texto de la cantante, de todos modos, generó repercusión inmediata entre los y las colegas de Taylor Swift. "Me da vuelta las tripas que, sin importar cuánto poder o éxito obtenga una mujer en su vida, siempre será susceptible a que alguien aparezca y te haga sentir impotente sólo por despecho. Eso dice mucho sobre cuánto falta avanzar en la industria de la música", escribió Halsey en su cuenta de Twitter.

En tanto, Justin Bieber publicó un mensaje pasivo-agresivo en su Instagram, en el que inicia pidiendo disculpas por haberse referido a ella anteriormente, remarca que tanto él como Braun la quieren, pero luego la acusa de "pasarse de la raya" con la "injusta" carta publicada en Tumblr.

Demi Lovato también se anotó del lado del productor. "He lidiado con mala gente en esta industria y Scooter no es una de ellas", escribió en una serie de stories en Instagram. "Es una buena persona. Personalmente, estoy agradecida de que él haya llegado a mi vida cuando lo hizo. Por favor paren de 'arrastrar' a la gente o acosarla. Ya hay suficiente odio en el mundo. Pueden atacarme todo lo que quieran pero siempre voy a ser leal a mi equipo. Valoro la lealtad más que la mayoría del mundo y si mi nombre va a ser incluido en conversaciones voy a sacar la cara por mí y por los de mi equipo".

Bob Lefsetz, un analista de la industria al que Taylor le había dedicado la canción "Mean" en 2010 tras criticar su estilo como intérprete, también se refirió al tema en su newsletter diario. "Swift está dándole un servicio a todos los artistas. Se plantó contra la música gratis con Apple, se plantó a Trump, y ahora se está enfrentando a un modelo de negocio arcaico en el que los artistas son indispensables, pero tratados como si fueran esclavos".