
La colaboración entre Doja Cat y SZA se explica, quizá, desde los puntos en común que tienen las figuras de cada una de ellas. Doja -cantante, rapera y productora de 25 años- está estrenando un single adelanto de Planet Her, su tercer disco, y es una de las nuevas estrellas mimadas de la industria. SZA, por su parte, es la reina aclamada del r&b, a la cual le costó tan sólo un disco adueñarse de la escena. Ella también adelantó su esperado nuevo disco con el lanzamiento de “Good Days”. Y “esperado” es la palabra, porque sus tiempos se estiran, su relación con el sello se tensa y su público aguarda.
Esos puntos en común las encuentran jóvenes, mujeres, artistas, afroamericanas, raperas a su forma, exitosas, sensuales, y abriéndose camino en un mundo y una industria hostil. Y también admirándose mutuamente. “Sos exactamente la artista que necesitaba cuando estaba en la secundaria”, le dijo SZA al entrevistar a Doja Cat para V Magazine. “Trabajar con vos fue literalmente mi sueño, sos muy versátil. ¿Intentás mantener felices a tus fanáticos del hip hop? Podés pasear entre muchos estilos”, le preguntó. Esa versatilidad, esa capacidad de adueñarse de diferentes sonidos, esa personalidad para apropiarse de sus propias raíces, se escucha en “Kiss Me More”, un pop centennial hecho y derecho, casi disco, con apenas unos tintes de R&B y rapeo de ambas para despuntar el vicio.
“Kiss Me More” (besame más) es un pedido desde la exigencia, no un lamento. Es luminosa, por momentos alegre, para recibir a la primavera en el hemisferio norte. Lejos de sangrar sobre las canciones como SZA lo hizo en CTRL, su disco debut, el pedido de cariño no parte de la ausencia o el desprecio del otre sino desde el empoderamiento. “Mi concha es el santo grial y lo sabes”, dice la rapera. Y para exigir el beso lo hacen bailando con un estribillo popero, con coros casi salidos de una boy band de MTV de principios de los 2000. “¿Podés besarme más? Somos muy jóvenes, no tenemos nada que perder”, cantan juntas.