
Daniel Hernández es el nombre real del rapero que más llamó la atención en lo que va de 2020. Tiene tan solo 24 años, acaba de salir de prisión y en el medio copó las listas de streams de todo el mundo. ¿Su arte es profundo, entretenido u innovador? Nah, pero Tekashi 6ix9ine es el Michael Jordan de llamar la atención. Gracias a la virtualidad construyó una carrera millonaria en tan solo tres años, desde la clase baja hasta el estrellato con un par de escalas en prisión. Hoy se lo acusa de buchón y su vida corre peligro. Mientras, él sube stories burlándose de sus enemigos.
Las raíces de Tekashi 6ix9ine son latinas: su madre es una inmigrante puertorriqueña que llegó con sus hijos a Bushwick, el séptimo barrio más pobre de Nueva York. Casi no tuvo relación con su papá y su padrastro mexicano ocupó esa figura hasta sus 13 años, cuando salió a hacer mandados y lo acribillaron sin motivos (el crimen nunca fue aclarado). Dani, su hermano y su mamá trabajaban doble turno para hacer pie en medio de una de las metrópolis culturales más grandes del mundo, pero se iban a dormir con una banda de sonido de balazos de fondo.
No fue gratis: a partir de la muerte de su padrastro, el muchacho dejó de comer y de bañarse. Al poco tiempo le diagnosticaron depresión y estrés postraumático. Al mismo tiempo abandonó el colegio por mala conducta. Compartía habitación con su madre y con su hermano. Varias noches tocaba acostarse con el estomago vacío. Dani trabajaba doble turno en un almacén. Al colegio no volvió nunca. Las jornadas de 12 horas las mezclaba con sus dos pasiones, la música y el animé. Empezó a tatuarse y a vestirse como rapero pese a lucir casi raquítico y medir un metro y medio. En 2012, cuando tenía 15 años, le dijeron que debía rapear porque se veía como rapero. Sin ningún tipo de experiencia en el área, se decidió a comenzar a desarrollar su carrera musical.
Daniel Hernández se hizo a un costado y nació Tekashi Six Nine (el apodo más tarde mutó a 6ix9ine). Tekashi responde a su amor por el animé, aunque ningún personaje conocido se llame así. La única referencia cercana sería a Takashi, uno de los niños psíquicos de Akira, el film de animación japonesa que revolucionó el género (también fue centro de inspiración en Graduation de Kanye West; el video de "Stronger" es un homenaje). El 69 tiene un motivo un poco más profundo, buscando simbolizar el yin y el yang y cómo el bien y el mal conviven cada día dentro y fuera de cada uno.
El primer tema que lanzó fue "69", donde dejó en claro su estilo: bases electrónicas de trap, balazos de fondo y la garganta de Tekashi 6ix9ine explotada, casi al punto de romper los graves en cada rima. Las letras hablan de violencia, mujeres, negocios poco comunes y el dominio sexual por sobre lo que se percibe como enemigo. El año era 2014 y ahí hay que marcar un punto de inflexión, porque dos corrientes nacieron al mismo tiempo: Tekashi músico y Tekashi influencer. Por un lado, un rapero pobre más de Nueva York; por el otro, un payaso colorido que se lo pasaba subiendo contenido con billetes, armas y cadenas. Todo prestado. Todo para las redes.
El Tekashi 6ix9ine musical coincidió con la ola de rap marca Soundcloud que comenzaba a gestarse para la época con otros nombres como Lil Uzi, Lil Yachty, Lil Xan y los fallecidos XXXTentacion (muerto en un tiroteo) y Lil Peep (por drogas). Fue la conjunción de una plataforma amable para subir música y un género musical sencillo para grabar así nomás. El resto es la formula entre la mentira y la fábula: cantar sobre crímenes y proezas, corazones rotos y sexo sin protección. En su mayor parte, exhibición en redes sociales y un par de tatuajes en la cara para generar una marca aún más personal. La industria todavía no había presenciado el fenómeno Travis Scott pero los chicos empezaban a pegar featurings con estrellas consagradas como Nicki Minaj o Gucci Mane.
Al Tekashi músico y al Tekashi influencer hay que agregarle un condimento más: los problemas con la ley. En 2015 fue acusado de abuso sexual de menores. Un video que apareció en su cuenta de Instagram lo mostraba junto a una chica de 13 años desnuda. La policía lo detuvo y él alegó desconocer la edad de la piba en el momento que se grabó. No sirvió de mucho: lo sentenciaron a meses en la cárcel de Rikers Island. Salió antes por una fianza de 100 mil dólares, trabajo comunitario y una carta con un pedido de disculpas formal a la víctima y su familia. A tener en cuenta: la mayoría de veces que Tekashi tuvo problemas con la ley, las pruebas en contra estaban en su Instagram.
Los cargos por abusos sexuales de menores arruinarían la carrera de cualquier artista pero parece que a Tekashi 6ix9ine le vinieron bien: apenas recuperó su libertad, firmó con 10K Projects, el sello de Elliot Grainge (hijo de Sam Grainge, uno de los monstruos detrás de artistas como Lady Gaga, Amy Winehouse o Sam Smith). En 2017 llegó "Gummo", el primer éxito del rapero. El tema es uno más: que te voy a pegar un tiro, que no pases por mi cuadra y todas esas cosas...
Pero había algo más y tiene que ver con el video (al día de hoy con 374 millones de reproducciones en YouTube); Tekashi 6ix9ine rapea rodeado de una pandilla de dos docenas de negros que visten estandartes rojos. Esos pibes no eran actores, eran miembros de los Nine Trey, una sucursal neoyorquina de la megabanda delictiva Bloods, muy relacionada con el rap de los 90 de Los Ángeles.
Tekashi no solo se codeó con empresarios cuando salió de la cárcel; también con pandillas. Una de las personas que se le acercó fue Shotti, un alto mando de los Nine Trey y a partir de entonces su manager. La sociedad era simple: el rapero sacaba material para sus redes sociales en donde se mostraba como un gangster, y Shotti y los Nine Trey disfrutaban de las mieles de codearse con una estrella.
El Instagram de Tekashi 6ix9ine comenzaba a despegar y lo policía lo notó en su radar. Una investigación formal del FBI se basó solamente en las cosas que subía a redes, desde un simple hurto en la vía publica hasta un tiroteo en un boliche. En 2018 se le acabó la suerte. Lo detuvieron por una lista interminable de cargos en su contra y lo largaron bajo fianza con una escalofriante advertencia: su cabeza tenía un precio en las calles porque sabía demasiado. Él y los Nine Trey fueron a juicio y a la hora de ver las pruebas en su contra, bastaba con revisar su feed. Tekashi tenia 22 y lo sentenciaron a 47 años de prisión. Irónicamente, iba a salir para cuando cumpliera 69 años.
Dummy Boy, el primer disco de Tekashi, llegó en noviembre de 2018, justo en el medio de la tormenta contra los Nine Trey y la policía. La lista de invitados incluye a Nicki Minaj, Anuel AA y Kanye West, entre los nombres destacados. Fue detestado por la critica pero debutó segundo la lista de Billboard detrás de Astroworld, de Travis Scott.
Tekashi 6ix9ine botoneó. Cooperó con el FBI para describir con lujo de detalles las actividades delictivas de los Nine Trey Bloods, que iban desde asesinatos hasta narcotráfico, con un par de escalas en asaltos y secuestros. Por traicionar a los gangsters que le dieron credibilidad, volvió a nacer: su sentencia se redujo a tan solo dos años; con los meses que ya había estado adentro y el riesgo del coronavirus (tiene asma), recuperó su libertad a principios de 2020. Primero domiciliaria y después condicional. Hoy es un hombre libre.
¿Libre? Mientras todos sus antiguos amigos estarán tras las rejas de por vida, en la calle Tekashi 6ix9ine corre peligro. Se maneja con una docena de guardias de seguridad y tiene que tener cuidado a cada lugar al que va. Por supuesto, él se burla en redes sociales y dobla la apuesta.
El regreso de Tekashi alimentó aún más su popularidad. El vivo de Instagram con más gente conectada en simultáneo en la historia fue para su cuenta cuando rompió el silencio tras salir de la prisión: unas dos millones de personas estaban enchufados a las pavadas que decía el rapero. Ahí nomás llegó el video de "Gooba", el video de hip hop con mas reproducciones en 24 horas, algo así como 43 millones. Tekashi se hizo cargo de todo: de ser buchón, de caretear ser gangster para las redes, de haber abusado de una piba de 13 años. Lo reconoce en cámara, se burla y hace de eso una masa colorida con las manos que será el próximo éxito en streams. "Trollz", con Nicki Minaj, llegó en junio y fue su primer número 1 en Billboard; hoy cuenta con casi 260 millones de reproducciones en YouTube.
TattleTales, el segundo disco de Tekashi, llegó a las plataformas el último viernes. Antes del lanzamiento, respondió a una entrevista increíble en The New York Times donde confesó todo: que es buchón, que abusó de una menor, que su vida corre peligro y hasta que paga servicios de trolleo para inflar sus números en internet. Pero la frase más contundente que lanzó, quizás un resumen de una era, fue cuando le preguntaron si era adicto a la atención. Su respuesta: “Por supuesto, crecí siendo nadie, muchas veces me sentí invisible. Nunca más quiero sentirme de esa manera”.