Ignacio Guebara
Kobe Bryant, una de las más grandes estrellas de la historia del básquetbol, murió hoy domingo junto a su hija Gianna tras caer el helicóptero en el que viajaban en un descampado en Calabasas, en las afueras de Los Ángeles. Daryl Osby, jefe del cuerpo regional de bomberos, indicó en una conferencia de prensa que el accidente ocurrió alrededor de las 9:45 hora local (14:45 hora argentina) y que un total de 9 personas volaban en el aparato siniestrado, sin que se registren sobrevivientes.
"Kobe nos mostró lo que es posible cuando un talento increíble se une con una absoluta devoción a la victoria", expresó el comisionado de la NBA, Adam Silver, en un mensaje en el que destacó los logros de su trayectoria deportiva, que incluyó cinco campeonatos, 18 convocatorias al All-Star Game y dos medallas olímpicas. Su carrera, sin embargo, guarda un pequeño secreto: su trunca incursión en la industria de la música.
La relación entre Kobe y el rap comenzó en Filadelfia, la ciudad en la que nació y a la que regresó a los 14, tras el paso de su padre Joe por un equipo de básquet italiano. Junto a sus amigos de la adolescencia formó CHEIZAW, un grupo que -una vez que Bryant fue seleccionado en el draft de la NBA de 1996- llamó la atención de un grupo de ejecutivos de Sony Music.
A Steve Stoute, por entonces vicepresidente de música urbana del sello, no lo emocionaba particularmente contar con el grupo completo. "Yo sentía que tarde o temprano todo se iba a desbandar e íbamos a tener un álbum de Kobe. Es algo natural que pasa con el éxito: los amigos cambian y las cosas se abren camino. [El empresario] L.A. Reid me enseñó eso; él firmó con Toni Braxton y todas sus hermanas solo para firmar con Toni Braxton", le dijo al periodista Thomas Golianopoulos.
Uno de los primeros pasos dados como parte de esa estrategia fue la de hacerlo participar (aunque sin nombrarlo en los créditos) en "3 X's Dope", un single de Shaquille O'Neal junto a la rapera oriunda de Broolkyn Sonja Blade. "Mi lírica daña las mecánicas de la mente / con mi micrófono en la mano soy inmortal a los humanos", dice un fragmento de sus versos.
Un acercamiento al pop, con Will Smith como faro para el desarrollo de su carrera artística, fue la decisión que terminó de alejar al resto de los integrantes de CHEIZAW. Hacia fines de 1999, un ejecutivo de Sony propuso convocar a la supermodelo Tyra Banks para que participe del primer single del futuro álbum, que ya tenía nombre (Visions) y fecha de salida (mediados de 2000) definidas.
El tema, "K.O.B.E.", una especie de carta de amor al basquetbolista, tendría su debut durante el fin de semana del NBA All-Star Game de ese año. La presentación -con Kobe usando un traje de cuero y un sombrero de leopardo- fue considerada, básicamente, un fiasco. La reacción fue tan negativa que el videoclip de esa canción (dirigido por Hype Williams, a cargo de "No Scrubs" de TLC, entre otros) nunca vio la luz del día.
Con el videoclip cancelado, Kobe Bryant decidió abandonar su acercamiento al pop y retomar su interés por un sonido más crudo. Esa decisión fue el empujón perfecto para los ejecutivos de Sony -ya sin Stoute, que había dejado su puesto- para aprovechar la situación y dar de baja el contrato discográfico. Visions nunca llegó a ser más que un proyecto, aunque se desconoce si las grabaciones están aún resguardadas en los archivos de la compañía.
A pesar de un breve intento de relanzar su relación con la música a través de su propio sello, Heads High Entertainment, Kobe prefirió concentrarse en su carrera deportiva. Anthony Bannister, uno de los integrantes de CHEIZAW, confiaba en 2013 que el interés de Black Mamba por el rap seguía vivo. "Yo sé que sigue tirando rimas. Le gusta decir que no, pero sé que sigue rimando y sigue escribiendo. Está dentro de él", le dijo a Golianopoulos. Siete años después, de aquella búsqueda artística apenas queda un puñado de grabaciones disponible en YouTube.
