29/09/2019

"Bios Luis Alberto Spinetta": siguiendo los pasos del maestro

National Geographic estrena el documental hoy a las 22.

National Geographic / Gentileza
Luis Alberto Spinetta documental

Cuando se trata de un artista inconmensurable como Luis Alberto Spinetta, tratar de concentrar en un documental de 100 minutos su obra y su humanidad es una tarea directamente imposible. ¿Cómo llegar a la profundidad de cada uno de sus derroteros? ¿De qué manera rozar a la iluminación de esa mente y esa sensibilidad brillantes? ¿Cómo condensar ese ruido de magia en los tiempos de un programa de televisión?

Bios Luis Alberto Spinetta, el documental que National Geographic estrenará hoy a las 22, se planta desde el conocimiento de esa imposibilidad, y desde allí repasa la vida y el arte del Flaco a través de destellos. Esa indómita luz reaparece en la evocación de su familia, sus amigos y colegas, en un material de archivo inédito revelador de aspectos de su personalidad, y en la música que atraviesa el envío con una potencia creativa y un vuelo incomparables.

Lo dejan en claro todos los músicos que participan del documental: no hubo ni habrá ninguno igual a Spinetta, desde su humanidad hasta su lírica, pasando por su técnica guitarrística y su visión del mundo. Si conmueve escuchar a David Lebón narrar cómo el Flaco fue el único que se acercó a él cuando su hija se quemó, pese a que estaban peleados, maravilla y realza la mente creativa única el modo en que Charly García remarca con un gesto de admiración la primera frase de "Rezo por vos".

El recorrido apretado ilumina algunas zonas de Luis Alberto Spinetta menos conocidas por el gran público, como su fascinación por dibujar autos, cómo le gustaba cocinar y agasajar a sus amigos, algunos problemas financieros y hasta la felicidad que llenó su vida con los nacimientos de sus hijos (y luego sus nietos). Hay momentos del envío conducido por Catarina Spinetta que conmueven porque muestran lo que su padre dejó con su partida: cuando ella, su hermana Vera y su madre Patricia se reúnen a hablar en torno a una fogata, por ejemplo; cuando los hermanos del Flaco lo recuerdan de niño; cuando Emilio Del Guercio y Rodolfo García (la mitad de Almendra) se pone a cantar sobre una cinta inédita aparecida en el archivo.

Dante y Valentino Spinetta también son movilizadores en el recuerdo de su padre, en un documental que no le esquiva a narrar el divorcio entre Patricia y el Flaco (tapa de revista Gente incluida). Fito Páez acaricia el piano y susurra "Los libros de la buena memoria", y el mundo se para por un instante. Ricardo Mollo puntea en la Pensa roja de Luis "Despiértate nena". Y Juanse muestra el primer disco de Invisible firmado por los tres músicos, justo antes de definir a la banda como la mejor de la historia del rock. "De todo el rock", aclara, por si algún desprevenido pensó el limitar al trío sin límites al cabotaje.

Si la hora y media que lo antecede genera varios nudos en la garganta y que las lágrimas a veces se escapen, los diez minutos finales de Bios Luis Alberto Spinetta directamente abren las compuertas del llanto, incluso para quienes no son tan admiradores de su música. Son varios los que se quiebran al momento abordar la enfermedad y la muerte del Flaco, pero impacta de sobremanera el modo en el que Javier Malosetti, con su tamaño de basquetbolista retirado, no puede seguir hablando. Y el recuento de Vera sobre su último encuentro con su padre es luz en medio del dolor.

A Spinetta el documental no le hubiera gustado. Obviamente. Detestó la "museificación" de su Unplugged, se quejó públicamente por haber sido votado por sus colegas como el músico más influyente del rock argentino, dio mil vueltas antes de aceptar reunir a sus Bandas Eternas en Vélez, e incluso en el comienzo del programa de National Geographic se rescata una frase que pronuncia en inglés mirando a cámara: "Me gusta el pasado, pero no de ese modo". "Mañana es mejor", cantaba pensando en puentes amarillos. Y Bios guarda algunas noticias y adelantos respecto al futuro de su obra. En el presente, este mientras tanto, su figura sigue alumbrando caminos, despertando conciencias, tatuando en los corazones su arte.