04/11/2021

Vita Set invita a la fantasía terrenal en su último disco

No les hacen falta vitaminas

Valentina Marozzi / Gentileza
Vita Set-Valentina Marozzi-2000

Vita Set quiere ser una banda donde pueda haber una fantasía terrenal”, dice el vocalista Tato Urbiztondo. En un nuevo intento de acercarse a esa idea, el grupo de La Plata formado en 2015 presenta Affaire, su último disco, con un cúmulo de canciones de pop onírico y etéreo, con melodías que abrazan elementos de la música electrónica y que están pensadas para el baile y el reencuentro de los cuerpos. Este viernes 5 de noviembre, sobre el escenario del Teatro Ópera de la capital provincial, el grupo que completan Franco Armisen en guitarra y voz, Matías Lima en teclado y sintetizadores, Manuel alvarez en bajo y Santiago Hernández en batería mostrará en vivo por primera vez el álbum, dándole el cierre a un proceso que intentó trascender la virtualidad necesaria por la pandemia. 

Vita Set se formó al calor de un circuito platense en el que sus integrantes iban a ver shows de grupos como Pérez o Un Planeta. “Eso nos marcó, nos mostraba que era posible tener una banda de manera autogestiva, llegar a convocar gente y que canten tus canciones”, cuenta Tato. “Era todo un descubrimiento para nosotros y aprendimos mucho. Musicalmente, y también viendo todo el ambiente que se generaba con la respuesta que había con el público”. Esos primeros años y esas bandas que sirvieron como espejos locales en los que mirarse aportaron un norte para las primeras canciones que comenzaban a tomar forma en sus ensayos. De esos registros germinales, un reflejo de las experiencias adolescentes de unos chicos de apenas 15 años, quedó poco a lo largo del tiempo.

Sin embargo, ese repertorio sirvió como punto de partida para construir la narrativa desde un nombre propio del que acusan una elección azarosa. "Santi la tiró, nadie sabía bien de dónde era, él tampoco. A la semana nos dimos cuenta de que era el enganchado de Soda Stereo. Nos gustaba la sonoridad, pero no es un homenaje a Soda ni nada en particular. Simplemente nos robamos las dos palabras porque nos gustaba cómo sonaban", explica Tato. 

Para 2015, La Plata comenzó una transformación de su sonido característico de guitarras cancioneras a lenguajes más asociados a la música electrónica con grupos como Peces Raros o Fus Delei, algo que tomó a los cuerpos como objetivos principales. “A nosotros nos gusta celebrar las heridas”, dice Tato. “No esquivarle a lo que nos lastima, sino sanarlo a través del baile y el encuentro con el otro”. De esa forma, conjugaron elementos del house y otros géneros de la electrónica con su pop meloso para dar como resultado el baile del público. “Hay una búsqueda consciente de eso. Creemos que se puede bailar con melodías. Pero también abordamos el baile desde otro lugar. No es el convencional que pensamos al hablar de discotecas, sino uno donde puede haber melancolía o pueden haber cosas de las cuales nos lamentamos”. Y en esas tensiones generadas por ambos extremos, entre lo gris de la ausencia y las heridas del amor y la vorágine de entregarse al baile, es donde Vita Set encontró un lugar para darle forma a su identidad.

El crecimiento del grupo quedó a la vista tanto sobre los escenarios de la ciudad como también en las canciones de su debut, La edad de oro (2018). “La edad de oro fue nuestra adolescencia. Esa etapa de florecimiento, donde conocés muchas cosas por primera vez y te va marcando tu personalidad y tus gustos", dice Tato. "Fue ir a descubrir un mundo donde era posible tener una banda y hacerla con amigos y que encima eso provocara algo en la gente. Esa posibilidad en La Plata estaba latente, a la vista”, completa. Canciones como "Qué hacés" y "Espejos" dan cuenta de esa intensidad y descubrimiento. 

Los años pasaron y la banda comenzó una mutación y un proceso en el que pulieron su propia intención, profundizando su sonido. “Apenas terminamos ese disco intentamos no quedarnos quietos. Terminamos y dijimos 'vamos a hacer el próximo´. El primer motor fue preguntarnos qué íbamos a hacer distinto para proponer otra cosa, avanzar en el lenguaje que veníamos hablando o expresando”. La banda, entonces, cambió. “Y va a seguir cambiando. Todo el tiempo estamos pensando y revisando qué rumbo tomar y qué tipo de banda queremos ser. Es algo que todo el tiempo está en discusión", advierte Tato. Y allí, en esas inquietudes de qué ser y hacia dónde ir, es donde aparece la fantasía terrenal y decanta su más reciente trabajo. 

Affaire es un disco urgente por los tiempos que corren. Es un álbum breve, etéreo, por momentos gris y con un sonido que se erige como el último bastión del pop heredado del linaje Virus-Adicta-Un Planeta presente en el ADN platense. “Es un disco corto, el nombre es corto y esa síntesis está marcada por la época. Todo es rápido, no podemos tocar las cosas que tenemos porque se nos escapan de las manos. Eso está presente en Vita Set”. Para presentarlo, el grupo incorpora una estética que los quita de su tiempo y despersonaliza a esos adolescentes crecidos, mostrándolos con brillos setentosos, cueros y camisas anchas. “La estética es una herramienta que viene acompañada de la música. La música está primero, pero la imagen es un medio más. La mayor circulación de información es a través de la pantalla. Obviando las canciones, la forma es parte del contenido. El medio es parte del mensaje”.

La presentación oficial de Affaire cierra el círculo. Un disco nacido en pandemia que habla de la noche, de los lamentos por las ausencias, del disfrute del reencuentro, el baile, la virtualidad y el amor finalmente llegará a los escenarios, con el show más grande hasta ahora para el grupo. Si Vita Set busca propiciar una fantasía terrenal, el show donde muestren Affaire será la más real de ellas. Y aquellos adolescentes obnubilados en Pura Vida con la música de su ciudad podrán demostrar con qué soñaban cuando querían tener una banda.