
Tai Verdes siempre tuvo un plan. A tres meses de comenzada la cuarentena, el californiano tenía su trabajo de jornada completa en la telefónica Verizon Wireless en Los Ángeles, pero ya en ese momento tenía claro que su apuesta por la música tendría alcance mundial. Actualmente, a menos de un año de haber lanzado TV, su disco debut, se posicionó como una de las principales apariciones en plataformas de streaming gracias a los millones de reproducciones que acumulan sus canciones gracias a las redes sociales y su indie pop con aires de verano. Antes de presentarse en la jornada inicial del Lollapalooza, y en su primera visita a la Argentina, Tai Verdes todavía se sorprende por lo que le toca vivir y ya planea el segundo paso.
“Va a haber momentos altos, como ahora, pero quién sabe. Podría haber malos momentos también, no importa demasiado porque sé que voy a sobrevivir cualquier mala racha”, dice Tai Verdes con la seguridad que muestra desde sus primeras canciones. “Mi mal momento fue tener un trabajo de 9 a 5 y no amar lo que hacía o ir a la universidad y tener que dejar por no encajar en el sistema educacional, ese fue mi mal momento. Creo que el solo hecho de que esté en la industria de la música en sí es un buen momento”. Sin embargo, esa mala racha inicial fue la que forjó el espíritu artístico del californiano, y también la que lo empujó a pasar por diferentes trabajos hasta darse cuenta que la música, algo que tuvo siempre presente en su vida pero de forma relegada, era lo que realmente debía profundizar y apostar a potenciar.
“Hice stand up, fui influencer, modelo, actor, hice un podcast y mientras tanto hacía música. Cuando intenté pensar en qué carrera quería seguir, me fije en qué era lo que amaba que tendría que haber sido lo primero que debía haber hecho. Cuando me enfoqué en trabajar en mi música me encantó el proceso, trabajar en los detalles de cada canción, pensar en lo que las personas pueden sentir escuchando alguna de mis canciones, es una locura para mí, me encanta”. “Quiero estar haciendo entrevistas sobre mí”, canta en “Fake Prophet”, una de las canciones de su primer álbum. Y esa intención, esas ganas y esa visión, tenía la misma carga de confianza con la que encaró todos sus proyectos. “En todas esas cosas pensaba que iba a ser el mejor. Cuando jugué al básquet pensé que iba a llegar a la NBA. Cuando probé hacer stand up pensaba que iba a tener mi propio especial de Netflix. Sin embargo, cuando me puse a hacer música, pensé solamente en ser un gran artista. En ese momento en el que acepté que no encajaba en nada y encontré eso en lo que me sentía bien, fui al 100%. Finalmente encontré algo que me gustaba y era bueno, eso me trajo éxito”.
Sin embargo, ese éxito no fue instantáneo y tuvo que trabajar mucho para conseguirlo, pero tuvo un gran aliado: las redes sociales. TikTok en particular fue la plataforma de despegue y el lugar por donde supo moverse para generar cierto impacto entre los oyentes y con eso potenciar su figura como artista nuevo, algo que supieron aprovechar artistas como Lil Nas X. “Stuck In The Middle”, unas de sus primeras canciones, generó una fiebre viral de 3.5 millones de creaciones dentro de la plataforma de microvideos logrando más de 3 mil millones de views y 120 millones de streams en Spotify. “Absorbí mucho de mi papá siendo emprendedor y una persona de negocios. Creo que el arte tiene un poco de eso, y esa es la razón por la que estoy acá. Me di cuenta que, como dijo Kanye West, esto es 50% artista y su música, y 50% negocio y promoción. Mucha publicidad que va atrás de eso y necesitás gente que entienda quién sos y de dónde venís”, explica.
Aunque entiende que para crecer es clave la promoción, también admite que el foco realmente está puesto en su música y no lo saca de allí: un indie pop dulce y brilloso con aires de verano, aún cuando se empapa de tristezas, inseguridades y nostalgia. “No pienso demasiado en el consumidor final, nunca hice mis canciones para hacer sentir mejor a otros. Si escribís una canción pensando exclusivamente en lo que le va a gustar a otra persona, podés decir 'esa persona está intentando ser aceptada por el público'. No trato de ser aceptado por las masas con mi arte, solamente trato de hacer una canción y mostrarla poniéndome en plan: 'hey, chicos. ¿Quieren ver esto?'".
Encontrar algo por lo que apostar, tener confianza en un plan, una visión y utilizar las herramientas a mano se mezclan en su disco con los momentos donde las inseguridades lo ponían en jaque y muestra también lo importante del apoyo de sus padres. En “momma told me imma be”, por ejemplo, su madre es quien le aseguró, antes de todo su furor viral, que alcanzaría el éxito. “Ella sostuvo que yo siempre fui una estrella. No me decía que tenía que trabajar super duro, solamente tenía que ser yo mismo, que eso es lo más grande que representa mi música. Mostrar mi vulnerabilidad y mostrarle a la gente que podés ser vos mismo y conectar con las personas siempre y cuando te esfuerces y trates de comunicar algo. En mis canciones trato de expresar mis sentimientos, así es también cómo saco mis emociones. La música es de mucha ayuda en ese sentido. Mis padres tuvieron mucho que ver en esto”, dice.
TikTok le ofreció una plataforma de despegue y desde allí pudo llegar a millones de personas para mostrar su primer disco. Sin embargo, sin confiarse en su primer gran golpe viral, ya planea un nuevo álbum para profundizar sus intenciones y su música llamado HDTV, Tai Verdes en alta definición. “Es hermoso mirar al costado y darme cuenta que estoy acá por tocar en el Lollapalooza. Ahora quiero pensar en la forma en la que pueda volver a la Argentina y tener mi propio show".