
Para Fin del Mundo, el año que termina tuvo sabor a reencuentro pero también de nuevo comienzo. La banda de post-rock con pasajes instrumentales y naturaleza indie que tiene un pie en la Patagonia y otro en Buenos Aires pudo mostrar en una serie de shows, por primera vez, las canciones del EP debut que publicaron durante el aislamiento. El proyecto de Julieta Heredia en guitarra y coros, Julieta Limia en batería, Lucía Masnatta en guitarra y voz y Yanina Silva en bajo y coros, se transformó en una de las grandes apariciones sobre los escenarios porteños al momento de la reanudación de los recitales siendo invitadas por grupos como Atrás Hay Truenos, Bestia Bebé, Tigre Ulli o el fallido cierre de año junto a Poseidótica. Con un último tramo del 2021 prometedor, adelantaron dos canciones del próximo EP que planean editar a principios de 2022.
“Fue una sorpresa”, dice Julieta Heredia, guitarrista del grupo, al hablar de los primeros shows de la banda después de la apertura. “Todo fue buenísimo, porque no sabíamos realmente qué iba a pasar o cuántas personas nos iban a ir a ver. Había pasado mucho tiempo desde esas cuatro veces que tocamos antes de la cuarentena y sacar el EP, fue una sorpresa. Encontrarnos arriba del escenario y ver gente cantando las canciones fue todo muy lindo”.
El grupo se formó a mitad de 2019 entre Julieta, la guitarrista, y Julieta Limia, baterista y ex integrante de Temporada de Tormentas. Ambas fueron parte durante tres años el grupo Boedo y decidieron armar una nueva banda a la que se sumaron Yanina y Lucía. “Apenas cerramos unos primeros cuatro o cinco temas quisimos grabar. Incluso antes de tocar en vivo, queríamos tener algo de nosotras un poco por experiencia previa de otras bandas donde se demoraba mucho ese momento de meterse en un estudio”, recuerda Julieta. “Fue muy rápido. Creo que en octubre o noviembre de 2019 empezamos, terminamos en diciembre y ya en marzo estábamos listas para publicarlo”. Esas primeras canciones son las que forman Fin del Mundo, el EP homónimo, un recorrido de canciones que se pasea entre melodías y voces dulces de la escuela del indie y pasajes instrumentales cargados de furia del post-rock.
Sin embargo, al editar su debut durante el aislamiento, la recepción de parte de la gente y los colegas debió estar mediada por la virtualidad. “Fue muy raro, pero a la vez es lo que nos mantuvo distraídas durante todo durante todo del aislamiento”, dice Julieta. “Las cuatro estábamos trabajando desde casa y por suerte teníamos lo del EP. Podíamos seguir las estadísticas de Spotify sobre países en los que nos escuchaban, armar gacetillas de prensa o cualquier otra cosa. Entonces todo el tiempo estábamos muy activas, eso nos re salvó. Fue como un cable a tierra. Si no hubiera estado la banda hubiese sido todo mucho peor”. Fue, además, esa distancia y esa ausencia obligada sobre los escenarios al momento de sus primeros pasos lo que le imprimió un efecto de sorpresa al volver a la experiencia del vivo y los recitales. “Un montón de bandas que nos gustan y que ya escuchábamos hace un montón de tiempo nos invitaron a tocar y nos dieron buenos comentarios sobre lo que habíamos grabado. Estamos re felices por eso”, dice.
Sumado a las influencias que cada una de las cuatro integrantes volcó en las canciones, hay una fuerte presencia de la Patagonia en el sonido y la identidad del grupo. Julieta y Lucía nacieron en Trelew, provincia de Chubut, pero la primera creció en Río Grande, Tierra del Fuego. “En la isla es otra experiencia mucho más extrema con todo el clima. Sobre todo en Río Grande, no es como en Ushuaia que hay más cosas turísticas para hacer. Ahí no, siento que es como una ciudad más industrial. Hay mucho viento todo el año, frío casi todo el tiempo”, dice. Ese pulso de lo inhóspito, lo hostil del clima y la emoción de los paisajes se percibe en los pasajes instrumentales de “Las flores” o “El fin del mundo”, la canción que da cierre al EP.
Durante el 2021, además de tocar por Capital Federal y el conurbano, publicaron “El incendio” y “Desvelo”, dos canciones que hacen las veces de adelanto de un próximo EP. Ya sin el pulso urgente de esas primeras grabaciones, las Fin del Mundo se muestran más finas y etéreas, construyendo paisajes de la mano de su perfil más instrumental y con destellos de letras apenas complementarios. La buena recepción de los colegas y el crecimiento del público sientan las bases para dar el siguiente paso y la grabación del nuevo material intentará acompañar su figura como una de las grandes apariciones del año.