
Cuando tenía 13 años, Arlo Parks abrió su diario íntimo y escribió la frase "quiero ayudar a la gente con mi música". Ahora la cantante británica tiene 20 y acaba de publicar su álbum debut, Collapsed in Sunbeams, pero hace rato que viene cumpliendo con su propósito de adolescente. Su primer single, "Cola", apareció en noviembre de 2018, y desde entonces su voz cálida y aterciopelada ayudó a más de uno a atravesar momentos difíciles. Hay un confort cotidiano en las melodías que desgrana en su álbum, aunque las letras aborden cuestiones dolorosas.
A veces alcanza con un abrazo y Arlo Parks lo sabe. En "Black Dog", por ejemplo, quiere ayudar a una amiga que se pinta los ojos "como Robert Smith" y que no puede superar la depresión. "Vamos al almacén de la esquina y compremos algo de fruta / Haría cualquier cosa por sacarte de tu habitación / Simplemente tomás tu medicación y comé algo / Haría cualquier cosa por sacarte de tu habitación / Es muy cruel lo que tu mente puede hacer sin ninguna razón", canta la joven con ancestros africanos y franceses. Y en "Hope" le insiste a otra chica con que no está sola como ella cree: "Todos tenemos cicatrices", le dice sobre una melodía pegadiza.
Pero lo que parece impotencia e ingenuidad ya tuvo buenos resultados: la canción, lanzada como single en pleno aislamiento, ayudó a chicxs desorientadxs ante la nueva (a)normalidad. "Hubo gente que me dijo que la canción la estaba salvando, que le daba algo por lo que despertarse en las mañanas o que las calmaba durante cosas como ataques de pánico o bajones", cuenta Arlo Parks. "El año pasado fue muy difícil para todos en distintas maneras y poder hacer arte que levante a la gente es todo lo que siempre quise hacer". Ahí está su diario íntimo para probarlo. Y también su labor como "embajadora" de CALM, una organización no gubernamental que ayuda a personas que pasan por crisis mentales.
En otras canciones de Collapsed in Sunbeams es la propia cantante la que parece estar buscando una guía. "Le ponés discos que yo te mostré / le leés a Sylvia Plath / Creí que eso era algo nuestro", le canta en "Eugene" a una amiga de la que se enamoró sin quererlo. O en "Just Go", cuando un ex que reapareció de la nada a decirle que cambió y quiere volver, pero ella recuerda todas sus mentiras. "¿Por qué simplemente no te vas?", casi que le ruega al tipo.
"Saqué la frase del título del álbum ('colapsada en los rayos del sol') de un libro de Zadie Smith llamado On Beauty, que es un retrato muy humano de familias, adolescencia, sexualidad y otros temas importantes", afirma Parks. "Lo leí mientras estaba terminando el disco y esa frase me resultó agridulce. Captura la idea del sol como fuerza sanadora. Buena parte del disco trata sobre experiencias que tuve en Londres durante el verano. Hay una sensación de estar sobrepasada por la emoción, esa sensación de ambigüedad sobre si es melancolía o alegría y euforia. Me gusta eso y es algo que creo que está en el centro del álbum: lo agridulce y aprender a transformar las situaciones difíciles en algo hermoso".

"Para mí, componer es un proceso muy instintivo e impulsivo", explica Arlo Parks. "Todas las canciones del disco fueron escritas en menos de una hora y aunque escribí muchas para el disco, lo que tienen en común es que siempre trato de que sea una efusión emocional. No trabajo mucho las cosas porque siento que ahí es cuando te metés a interrumpir a tu subconsciente. En términos de mi proceso, usualmente tengo diez minutos en los que escribo continuamente como un flujo de consciencia y después elijo palabras y frases que me gustan, o que creo que pueden ser significativas o transformadas en un gancho. Convierto eso en un poema y después hago de ese poema una letra, así que siempre parto de las palabras. Después, dependiendo de si trabajo con otro artista o sola, quizá busco un sample o simplemente toco un poco en el teclado o la guitarra y veo qué pasa. Hacer música para mí es un proceso con mucho de juego".
Las canciones de Parks ya recibieron elogios de Billie Eilish, Romy Madley-Croft (The xx) y Florence Welch (Florence + The Machine), y seguramente el asunto no quedará allí. "Hacer mi disco debut es algo que siempre busqué y que me ponía nerviosa", concede la dama. "Al escuchar álbumes debut grandiosos como los de Soko, King Krule, Radiohead o Portishead, hay una especie de peso que rodea todo eso. Poder tener el mío completo y mostrarlo al mundo me entusiasma mucho. Es algo a lo que le puse mucha esperanza, energía, sangre y tiempo. Y se siente parte de mí. Mientras lo componía, procesé muchas cosas que me había estado mortificando por un tiempo y espero que sea algo que la gente pueda disfrutar y que la conmueva", cierra.