17/04/2023

The Brian Jonestown Massacre: "concentrarse en el pasado es algo bastante estúpido"

Valentía, repetición y ruido de nuevo en Buenos Aires.

Gentileza
The Brian Jonestown Massacre

Para Anton Newcombe no hay vida sin The Brian Jonestown Massacre. Durante más de tres décadas, el músico nacido en California y radicado en Berlín le puso cuerpo y alma a la banda de la que hizo no una obra sino un estilo de vida, con un corpus de trabajo que incluye una veintena de discos de estudio en los que la psicodelia funciona como denominador común de una diversidad de estilos aledaños, ya sean blues, shoegaze, country o garage rock. En el medio de todo ese proceso, Newcombe construyó una carrera que sumó adeptos incluso sin la intención de ser una banda complaciente: todo queda librado a su voluntad e interpretación y es bienvenido todo aquel que acepte las reglas de ese juego.

Parte de esa política de trabajo se vio en su primera visita a Buenos Aires en 2016, cuando The Brian Jonestown Massacre fue parte del festival Music Wins, y a los pocos días dio un concierto de tres horas en Niceto guiado por el libre albedrío. “Por alguna razón tenía en mi cabeza el dato de que alguna vez Bowie había hecho un show así de largo, así que mi reacción fue ‘Bueno, demos la vuelta al mundo tocando 3 horas por noche y veamos qué sucede’”, dice Newcombe desde su casa antes de una nueva visita este martes, en C. Art Media y con Winona Riders como banda invitada. “Ya no podés hacer eso porque Live Nation y esos tipos que son dueños de todo ponen a 1700 personas en fila diciéndoles ‘Ahora subí a tocar vos y apurate porque después tenemos una fiesta’. Son tiempos extraños”, completa antes de prometer otro show extenso, per más centrado en su pasado menos remoto. 

La gente no va a ver a los Rolling Stones para escuchar ‘Jumpin’ Jack Flash’ o ‘Paint It Black’ tocadas a la perfección. Van a verlos para poder decir "vi a esos tipos antes de que se mueran"

Cuando empezaste tu intención era la de “asaltar la industria”. No sé si lo lograste, pero es una industria completamente distinta, en el que las salas le cobran a las bandas por vender merchandising.
¡Y te cobran a vos por imprimirte tu propia entrada en la impresora de tu casa! Y si no, te cobran para que uses tu teléfono para entrar. Es muy loco y no es un secreto: este tipo de codicia que emana de los banqueros para todos lados se tiene que ir, man. Es ridículo: en Estados Unidos vienen y te dicen "perdón que tenemos que cerrar la fábrica porque el jefe tiene que ganar 20 mil veces más que el obrero". Tenés inflación en todos lados, acá en Berlín hay muchas huelgas, y es muy gracioso ver al gobierno decir "Sí, pero no podemos aumentar los sueldos porque eso generaría inflación"... Ok, pero nadie puede pagar el alquiler de su casa, el colectivo para ir al trabajo o comer. ¿Qué mierda le estás diciendo a la gente? Por lo general, cuando estas cosas empiezan a pasar lo que hacen es empezar a sacarle ceros a las cosas, para que digas "Qué bueno, ya no pago una factura de diez mil dólares". 

¿Y cómo hace The Brian Jonestown Massacre para sobrevivir en este contexto? No te manejás por las reglas del mainstream, pero llevás ya tres décadas de carrera.
Primero que nada, cuando usás la palabra sobrevivir pensá que las ratas encerradas en una jaula sin comida se comen sus propias piernas para sobrevivir (se ríe). Nos va bastante bien, podemos hacer prácticamente todo lo que queremos hacer. Si el parámetro de "comercial" es Pixies, tocamos en las mismas salas que ellos y agotamos tickets en cada una de ellas. Todo el negocio cambió, así que está todo muerto. Yo siempre estuve en el negocio de The Brian Jonestown Massacre y me fue bastante bien. Siempre lo miré así, inclusive desde el primer disco. En la contratapa de ese disco dice "Les traemos un mensaje de los chicos de Estados Unidos: este negocio apesta”. Era lo que sentía desde un primer momento, y no lo hice pensando “Uh, esto va a arruinar mi carrera”. La gente de la industria que me decía “Oh, Dios, está derribando todas las oportunidades en su carrera" ya no existe más, ni siquiera las discográficas o las bandas con las que yo estaba en contra. Lo que me parecía interesante era decirle "no" a la gente, porque todo el mundo decía "sí", porque veía cómo todo se estaba hundiendo como el Titanic. Todo el mundo te dice "Pero mirá a Elton John y Lionel Richie, tienen todas esas casas"... ¿y? Son solo dos personas.

De hecho, pusiste toda tu discografía para descarga gratuita en la web cuando estalló la discusión de Napster.
Sí, hasta que apareció Spotify para pagarte nada a menos que un montón de gente te escuche. Resultó ser la misma cosa, con la diferencia de que esos tipos hacen plata con algoritmos y monitorear tu teléfono. Lo gracioso de esa estrategia es que supe que íbamos a llegar a lugares donde nunca tendríamos un contrato discográfico. No distribuyo discos en Uruguay, eso no pasa, pero la gente puede escuchar mi música. Sabía que el gobierno no se iba a ocupar, así que pensé "Bueno, dejemos que se encarguen, mientras tanto yo voy a conectar con gente alrededor del mundo". Al final le dijeron a la gente "mirá estos videos y estas películas gratis, tomá toda esta mierda". Pensé que iban a protegernos a los creadores, y eso no pasó para nada. 

Tenés una carrera con más de veinte discos, y los dos últimos salieron con pocos meses de diferencia. No pareciera que seguís los tiempos del algoritmo.
Todo el mundo se queja del negocio, de cómo funciona el dinero y qué sé yo. No estoy lastimando a nadie, vengo a mi estudio seis veces a la semana, tengo todos estos instrumentos y los toco para escribir canciones cada día. Tengo amplificadores, sintes y equipos para tocar cada estilo que me dé la gana, pero no publico todo. No soy como King Gizzard & the Lizard Wizard que agarra y te dice "bueno, hoy sacamos 5 discos nuevos" y te encaja todas sus zapadas. Tengo diferentes bandas, ayudo a otros a grabar, hago bandas de sonido. No tengo una tarjeta de contacto que diga "contratame para grabar tu banda nueva", pero me gusta mantenerme ocupado. En los 90 vi a mucha gente matarse para conseguir un contrato discográfico porque los sellos le daban 20 mil dólares a cualquier cosa que se moviera. Después de Nirvana estaban revoleando plata por todos lados, la gente conseguía estos contratos y después los rescindían. Era gracioso verlos pelear como perros, peleando a muerte, rompiendo posters ajenos, tirando mierda. Después de firmar un contrato, ninguno de esos quería tocar música, pero al mismo tiempo en MTV te decían "Estos son los más importantes de todos", y nadie de esos está haciendo música ahora. Pasé los últimos 30 años de mi vida viendo cómo los medios me decían quién era importante, y nadie está haciendo música, porque nunca se trató de eso. Es conseguirte la novia supermodelo y ser invitado a fiestas y esa mierda.

Tenés una discografía extensa, pero en vivo sólo tocás canciones de tus últimos álbumes. ¿A qué se debe eso?
Porque no hay manera de complacer a todos, así que tenés que hacer algo que sea conmovedor. Tenés que dar un buen concierto , con buena energía. Tengo 55 y creo que si me concentrase en el pasado sería algo bastante estúpido, y ya vi a mucha gente hacerlo. Tenés que te mantenerte en movimiento, eso es lo que te mantiene joven, no el sentarte y hablar del pasado. Incluso si quisiera tocar una canción de cada disco no podría hacerlo en un recital, serían más de tres horas de música. Es mejor para mí tocar un buen concierto e intentar que me salga mejor que los discos, realmente lo intento. Qiizás alguien puede venir a un show de The Brian Jonestown Massacre y decir "Dios mío, le gritó a una persona del público para que se callase", o "le gritó a uno de su banda, ese chabón es un forro", pero no entienden lo importante que esto es para mí. No se trata de que estás hablando y estás arruinando mi momento mágico, es un momento que quiero que la gente disfrute. No quiero que el público sea mi prisionero, quiero que sea bueno para todos. Nadie tiene plata para gastar en esto, así que hagamos que valga la pena.

Recién mencionabas que tenés 55, Cuando empezaste era la edad que los Rolling Stones tenían, y ya estaban viviendo de su legado.
Bueno, todo el mundo sabe que lleva años siendo una cagada, no es un secreto. La gente no va a ver a los Rolling Stones para escuchar “Jumpin’ Jack Flash” o “Paint It Black” tocadas a la perfección. Van a verlos para poder decir "vi a esos tipos antes de que se mueran", hasta yo lo hice una vez (se ríe). Pero si quieren escuchar esos temas bien tocados que vengan a mi estudio y se los toco, pero no quieren eso. Es como cuando alguien me invita a ver fútbol, que lo detesto. Pero si van mis amigos y la están pasando bien y me invitan, por supuesto que voy y disfruto el día. A veces también es eso para lo que vas a un concierto, supongo: para estar juntos.

¿Qué creés que le diría el Anton de los 90 al actual?
Si supiera las cosas de antemano, supongo que me relajaría, porque sabría que conseguí cualquier cosa que quisiera, y entonces no me esforzaría, el mundo me pasaría por encima. No tenés otra opción que ganar, así que creo que eso es lo más importante. SI hubiera sabido que iba a lograr todo, seguramente no me hubiera esforzado tanto. El tema es que me encanta trabajar, y nunca vas a encontrar a alguien que haga este tipo de cosas por plata. Es como los tipos que hacen guitarras a mano, aman lo que hacen y eso tiene un costo. Por eso hay gente que labura hasta los 80 haciendo lo sea, solo laburan hasta esa edad porque lo aman. Tenés que encontrar qué tenés que hacer y rezar que nadie te lo quiera cagar. 

¿Qué se siente ser la inspiración para una generación de pibes que quizás ni habían nacido cuando The Brian Jonestown Massacre tenía ya una década de vida?
Lo dije muchas veces a lo largo de los años: una de mis metas es entrar a ese panteón de gente importante, pero no quiero ser Jimi Hendrix que te recuerda que no hubo un nuevo Jimi Hendrix. Quiero ser el tipo que te transmita "Está ok, ni hace falta que te guste mi música, pero creá tu propia cultura", y eso no va a pasar si te quedás sentado esperando que Mark Zuckerberg venga a ponerle piernas a tu avatar. Tenés que crear tu propio mundo, estos tipos no lo van a hacer por vos. Es importante, sobre todo en tiempos difíciles, mantenerse unidos y crear cultura. Cuando empezamos, íbamos a los restaurantes chinos que tenían bar y les decíamos "sí, mi hermano se va a casar, vamos a poner un DJ y una banda, ustedes quédense con la barra, nosotros le vamos a cobrar dos dólares a la gente”, y era una mentira para tener dónde tocar. De repente te caían 900 personas y hacías una fiesta. Así creamos una escena en California: entrábamos en galpones y hacíamos todo. La música es un ecosistema, necesita de todos. Y es loco porque hay bandas que se sienten amenazadas por otra gente, o tienen miedo de que aprendas su truco secreto de guitarra o qué pedal usan. Tenés que ayudar a todos, tu única arma secreta es querer hacer música. Nuestro último disco viene con una caja de crayones y alguien puso en Instagram "Mierda, voy a robarme esta idea", y yo pensé "copado, hacé eso que yo tengo mil ideas mejores, ya me inventaré otra".