
Desde la separación de Salvapantallas, dúo que tenía con su coterránea cordobesa Zoe Gotusso, Santiago Celli (cuyo nombre artístico ahora se reduce a CELLI) se volcó de lleno a un proyecto personal que hace tiempo soñaba con lanzar. En medio de una cuarentena que atravesó luego de haber sufrido un accidente, el artista se reconectó con la música desde una perspectiva completamente diferente.
En 2020, Santiago Celli editó Reset, su debut solista que, entre el pop y la música urbana crea escenas de intimidad y encierro. A corazón abierto, el músico hace un recorrido por lo que debió atravesar para plasmar sus sentimientos en canciones. Hay una prosa sencilla y música pegadiza que te invita a bailar y a reflexionar al mismo tiempo.
Para Santiago Celli, dar a conocer su arte en medio de un contexto tan delicado significó, en sus propias palabras, "entregarse al mundo y exponerse". Aún así, logró sortear los obstáculos de la virtualidad y llegar a un público que, con el correr de los meses, logró ampliarse. Reset, las Sesiones, editado en febrero de 2021, es una suerte de extensión de su disco debut.
Cuando componía para Salvapantallas pensaba en que lo tenía que cantar Zoe, pero cuando escribo para mí lo hago a corazón abierto.
Reset surgió mientras hacías tu propia cuarentena. ¿Ya tenías pensado volcarte a tu proyecto solista o fue una respuesta natural a esa situación?
Cada vez estoy más convencido que la intuición es un mecanismo muy complejo del pensamiento porque guarda como baúles que nosotros, a priori, no tenemos a mano. Ahí hay información, sensaciones y pensamientos que nos llevan a actuar de determinada manera. Siento que todo eso que está almacenado, esas canciones y esa música, estaban adentro mío encontrando su forma, su morfología, su forma de decirse y de cantarse. Eso decantó en temas cuando hubo una situación de rigor, que fue como un mecanismo de supervivencia para que todo eso saliera.
¿Sentís que lanzar tu música en medio de la cuarentena resignificó lo que buscabas transmitir con las canciones?
Creo que, para alguien que haya sacado muchos discos antes, lanzar música en pandemia debe ser una situación muy particular. En mi caso, como fue mi primer álbum, simplemente fue entregarse al mundo y exponerse. Incluso me vino mejor que sea en cuarentena porque todo se dio paulatinamente. Primero fue la respuesta a través de las redes de personas que lo compartían o me escribían, y eso en su momento me generó mucha confianza. Más adelante, cuando me tocó salir a la calle y volcarse al uno a uno, me sentí un poco más preparado. Salvo por el hecho de no poder tocarlo en vivo apenas lo saqué, el resto resultó bien. Con respecto a la resignificación, creo que “Quilombo” en particular pareció una especie de premonición. La verdad es que cuando la escribí no sabía que iba a pasar todo esto a nivel mundial, simplemente bajó esa letra en relación a cómo me sentía yo en ese momento. Cuando la canto ahora siento que tiene un peso de representatividad de algo que nos sucede a todos.
¿Considerás que después de Salvapantallas nació en vos una nueva forma de contar historias?
Sí, definitivamente. Cuando componía para Salvapantallas pensaba en que lo tenía que cantar Zoe. Nosotros tenemos distintas formas de ser, de hablar y de interpretar. En su momento fuimos muy complementarios, pero la realidad es que somos personas muy diferentes. Cuando componía para la banda lo hacía pensando en que ella tenía que interpretar eso, pero cuando escribo para mí lo hago a corazón abierto.
¿En tu próximo proyecto nos vamos a encontrar con una continuación de Reset o con una versión tuya distinta e influenciada por la pandemia?
Creo que mi futuro álbum es el primo optimista de Reset. Como concepto aparte, el LP va a ser una suerte de mensaje post apocalíptico que surgió gracias a que yo me siento en un momento diferente de madurez artística, humana y emocional. Decidí que mi discurso no sea únicamente visceral, sino que intento pensar bien qué quiero plasmar y transmitir con mi mensaje. Intentaré que el disco esté para mitad de año, pero antes voy a lanzar música en formato de single que va a ser como un spin off de mi carrera.
¿Con el aislamiento lograste reconectar con tu público desde otro lugar?
La conexión cambió para con todo el mundo más allá de cualquier relación de admiración. Los vínculos cambiaron un poco con la pandemia, pero siento que la relación con la gente que escucha mi música intenta ser similar a la que yo recibo por parte de colegas que tienen más trayectoria y que me avalan o me tiran la mejor. Desde mi lugar intento darle una mano a la gente que me sigue. En la cuarentena hice una serie de vivos conceptuales en los que intenté ayudar a que otros artistas puedan terminar sus canciones. Ellos me enviaban su idea por mail, elegía a algún colega y terminábamos de cerrar el tema ahí en vivo para después dárselo a esa persona. Eso fue divertido y sirvió para acercarme a los seguidores. En la medida en la que pueda ellos saben que yo estoy a disposición para ayudarlos.
Estrenaste dos colaboraciones con Abel Pintos y Miranda!. ¿Considerás que le aportaron otro significado a tus canciones?
Tanto Ale y Juli como Abel me tiraron mucha buena onda cuando salió Reset. Cuando pensé en las sesiones, que tenían como objetivo hacer una mini película reinterpretando el LP, ahí nomás se me ocurrieron ellos. Les pregunté por WhatsApp si querían sumarse y así se dio, naturalmente. A la hora de compartir escenario fue una experiencia hermosa. Creo que le dieron otro significado a las canciones, pero sobre todo considero que aportaron una especie de manto o bendición a mi música en general. Para muchos tal vez no hace falta, pero para algunas personas ver que gente como ellos, que son artistas de gran trayectoria, le dan su bendición a alguien más joven es como que te habilita a que tu arte sea escuchado. Creo que se acercó mucha gente nueva a mi proyecto. Me llegan mensajes muy lindos de seguidores que están descubriendo mi música.
Hace poco volviste de abrir los shows de Abel Pintos. ¿Cómo fue la recepción de tu proyecto con un público que es distinto al que estás acostumbrado?
Fue muy muy buena. Me respetaron un montón, aplaudieron mucho y en algunas funciones hasta me pidieron que toque algo más. Eso estuvo buenísimo porque no pasa muy a menudo con los artistas que abren shows. Me sentí muy agradecido con todos ellos.