
Es difícil ignorar a Julia Holter si se cultiva el gusto por el indie a nivel internacional. En cinco años, la compositora, cantante y tecladista recibida del Instituto de Arte de California logró editar cuatro albúmes, siempre en constante evolución. Sus primeros dos trabajos, Tragedy (2011) y Ekstasis (2012), los grabó en la comodidad de su hogar en solitario y, aunque tienen un hilo conductor, resultan bastante experimentales y cautivantes a la vez. En cambio, Loud City Song (2013) y su último trabajo Have You in My Wilderness (2015) son más amables al oído, incluso catalogados como más pop, sin descuidar su costado creativo.
Por otro lado, su repertorio lírico fue de menor a mayor, con letras cada vez más complejas e historias más largas. “En mis viejas canciones no escribía las letras sino que las pedía prestadas. Pero ya en mis últimos dos discos, comencé a escribir cada vez más”, comenta sin demasiadas vueltas la artista californiana. Holter se estará presentando mañana 6 de octubre en el Teatro Enrique Carreras de Mar del Plata y el viernes 7 en Niceto Club. “Estaremos tocando canciones de todos mis álbumes, en especial del último”, adelanta.
No soy una artista provocativa, no me interesa empujar los limites, a mí lo que me importa es la melodía y tocar lo que quiera y no pensar mucho en ello.
En tus últimos dos discos dejaste de lado ser solista ¿Fue algo que se dio de manera premeditada o tuvo que ver con haber firmado con Domino Records?
Creo que los últimos dos discos trabajé con gente porque quería un sonido más poderoso y eso es difícil hacerlo solo. Quería trabajar con otros músicos, no quería ser solamente yo con mis teclados y, por otro lado, Cole (M. Greif-Neill, productor de sus últimos trabajos) le aportó bastante fidelidad al sonido de los demos que yo había grabado en mi casa. Él me ayudó a crear esta visión, grabó todas las cosas de estudio junto a mí y también pudo llevar a cabo muchas de sus ideas, como por ejemplo en lo que tuvo que ver con la parte vocal de este último disco.
¿Ser compositora te ayudó a trabajar con otros?
Bueno, decididamente sí. Creo que en la escuela cuando te enseñan sobre lo clásico y lo tradicional, hay cosas que son de común conocimiento que te ayudan a comunicar ciertas cosas, aunque yo tiendo a dejar las cosas abiertas en términos de texturas sonoras.
Decidiste estudiar composición. ¿Por qué elegiste esa carrera?
Es una buena pregunta, no lo sé (risas). No creo que haya sido una buena elección, pero al final estoy feliz de haberla hecho… Bueno, pensándolo mejor, no es una mala decisión, lo que sí es difícil es obtener un trabajo como profesora de composición, pero tocar música en vivo y ese tipo de cosas se hizo posible para mí y estoy muy contenta por eso. Originalmente no pensé que necesariamente sería famosa como músico y que saldría de gira, pensé que trabajaría enseñando, pero hacer mi propia música también es grandioso.
El año pasado en una entrevista dijiste que en Estados Unidos no había tanto apoyo para tu música. ¿Seguís pensando lo mismo?
Cuando dije eso era porque estaba comparando dos realidades distintas como Estados Unidos y Europa, en donde hay más apoyo del Estado y los compositores tienen más apoyo por parte del gobierno. En mi caso yo me siento con suerte y que tengo bastante apoyo, pero no es común que solamente puedas ser un compositor, por lo general tienen otros trabajos.
También te compararon con artistas como Kate Bush, Laurie Anderson y hasta Nico. ¿Te sentís cómoda con eso?
No me interesa si alguien me compara con otros músicos porque es algo que sucede de manera inevitable cuando escuchás algo nuevo. Así funciona la mente, trata de recordar a qué le remite ese sonido, y si la gente escucha en mi música la influencia de esas cantantes está bien, no me importa. Nunca dije que estuviera haciendo la música más original, creo que eso no existe y creo que tampoco estaba al tanto de que era influenciada por muchas cosas porque somos productos de nuestro entorno. Además, me gustan mucho algunas de esas artistas.
Muchos te creen una artista avant-garde. ¿Te consideras de esa manera?
No necesariamente, yo no lo pondría de esa forma, pero no me importa si alguien lo cree así. Para mí es una palabra que tiene un significado que varía de persona a persona, a veces se refiere a que alguien le gusta experimentar, y a mí me gusta hacerlo. Pero otras personas también piensan que ser avant-garde se trata de ser desafiante a la cultura y yo no me veo así. No soy una artista provocativa, no me interesa empujar los limites, a mí lo que me importa es la melodía y tocar lo que quiera y no pensar mucho en ello. Tengo un acercamiento más intuitivo.