07/06/2023

Marta Te Amo, del jazz tropical al trencito con Coltrane

Un lugar con palmeras.

Marta Te Amo

De proyecto de amigos a orquesta consagrada, Marta Te Amo atravesó su primera década de vida haciendo equilibrio entre la rigurosidad jazzera, la formación académica y el espíritu lúdico. “Se armó como un grupo de amigos que hacíamos covers de cumbia en eventos, hasta que de a poco empezamos a mezclar lo que hacíamos con jazz. Ahí empezó a surgir lo del jazz tropical, y cuando nos cayó la ficha de que estábamos metiéndonos en un género que no sonaba con tanta asiduidad y que era algo innovador, decidimos darle un marco formal y darle para adelante para ver qué pasaba”, dice el tecladista José Borotti para poner en contexto el show que darán esta noche en La Tangente para celebrar sus primeros diez años como banda. 

 A lo largo de todo este tiempo y con un cambio constante de músicos, Marta Te Amo logró darle forma a su propia fórmula, que sus propios integrantes definen como “una ecléctica coctelera que se atreve a mezclar a John Coltrane, Tito Puente, Pablo Lescano y Washington Cucurto". De ahí que en el repaso de esta década, la orquesta pueda poner en un mismo plano grabar una sesión en un club de jazz, repartir el protagonismo con Emanero en un single conjunto o incluso compartir fecha y escenario en Rock en Baradero con Almafuerte y Asspera. 

“Nos adaptamos a los recursos disponibles, así fuimos construyendo esta historia. Muchas veces creímos que se nos venía el mundo encima, que realmente no íbamos a poder controlar la cantidad de cosas que nos estaban pasando, y ahí hay una especie de espíritu llamado Marta que nos encamina y nos endereza la nave”, explica Borotti, antes ponerse a ejemplificar. “De que se nos caiga un músico en el mismo día del show y que haya que conseguir un reemplazo, o armar una fecha en Rosario de la noche a la mañana, ahí es cuando aparece. Un poco como nuestro propio Patricio Rey, es un espíritu generoso que te premia el esfuerzo y te dice ‘Chicos, tranquilos, que andando se enderezan las cosas’”.

Con un pie en la academia y otro en el salsón, Borotti asegura que la orquesta logró sobrevivir armónicamente en ambos mundos. “Nunca recibimos ningún tipo de represalia ni del lado del jazz ni del tropical. Tocamos casi 15 veces en Bebop y siempre nos han recibido con los brazos abiertos, y hemos tocado también en La Mágica junto a Pera de Goma, y nadie se escandalizó”. La fórmula, asegura, es la adaptabilidad del proyecto para saber entender el entorno en el que toca moverse. “Así como se dice que uno tiene que jugar con la seriedad con la que juega un niño, nosotros realmente respetamos mucho ambos géneros y lo que nos produce la mezcla”. 

La mezcla abre también otro interrogante: ¿le hace falta sentido del humor al jazz? Sin entrar en tecnicismos, Borotti prefiere ensayar una teoría aplicable a su grupo en particular- “Si uno sumara la cantidad de reproducciones que tiene un disco de jazz contra las que tiene un disco de Taylor Swift, cualquier músico de jazz se deprime. Quizás nosotros le abrimos una ventanita al género diciéndole ‘Che, no te olvides que en la fusión hay una nueva pureza también’”. No es que nos adentramos y respetamos un solo género y una sola época, porque me parece que la oportunidad para cualquier género musical está en esa actitud jazzera de respeto,pero también de desparpajo absoluto, de disfrute. Recorriendo la historia de los músicos de jazz ves que hay gente muy torturada, y nosotros le venimos a poner una dosis de placer a ese sacrificio para que estén equilibradas las dos cuestiones. Hay mucha solemnidad que me parece que se tiene que mantener, pero también bajarla un poco a la realidad y a lo concreto, para bajar nosotros y hacer trencito con Coltrane”.