21/05/2016

El documental "Sucio y desprolijo" aborda la figura del metalero argentino

Todos los sábados de mayo, las camperas de cuero copan el Cultural San Martín.

El heavy metal argentino llegó a la pantalla grande: el documental Sucio y desprolijo, de Paula Alvarez y Lucas Calabró, puede verse todos los sábados de mayo a las 21.30 en el Cultural San Martín (Sarmiento 1551). El film, que hace foco en la figura del metalero, sus características y controversias, nació en 2010 como una tesis de la carrera de Comunicación de la Universidad de La Plata, y contó con la participación de músicos, managers, fans y personas ajenas al movimiento. La idea fue narrar en dos horas la historia del subgénero rockero más contestatario de los últimos 30 años, según la visión de ambos directores. "Decidimos hacerlo como largometraje cuando nos dimos cuenta de que en el país no había una historia oficial del heavy argentino", dice Álvarez. "Nuestra idea era desmitificar esa imagen del tipo violento del metalero para mostrar cómo es ahora, después de 30 años de historia".

El compañerismo que se da en un recital cualquiera de heavy metal también apareció en esta ocasión. "Gracias a los músicos, productores y al público, tuvimos acceso a muchos VHS y cassettes que tuvimos que digitalizar. Muchas veces no tienen una calidad optima, pero tienen mucho más peso histórico por lo que muestran", explica Álvarez. Las dos horas de película no fueron suficientes para mostrar la épica del movimiento, por ese motivo los directores de la película están considerando editar un dvd con extras: "No sirve que el material que no usamos esté guardado en nuestras computadoras. La historia sucede una vez", afirma la directora.

Así como la historia no se escribe sola, la música es el hombre detrás del instrumento y su talento para ver lo innovador. Ése fue el caso de Norberto Napolitano, quien desempeñó un rol crucial para el género. Álvarez afirma que "Pappo fue el padrino del heavy metal. Él fue quien les dio visibilidad a los chicos de V8 cuando nadie apostaba por ellos. También fue quien instaló el uniforme clásico de campera, tachas y pantalón negro". Otra de las figuras claves del movimiento es Ricardo Iorio, creador de V8, Hermética y Almafuerte. Dar con él no fue tarea fácil, pero después de varias idas y vueltas accedió a ser parte de la película. "Lo entrevistamos dos veces", recuerda la directora. "La primera fue en el año 2012 y la segunda, luego de la reunión con Beto Zamarbide. Accedió cuando se dio cuenta de que nuestro trabajo era serio, y de que nos acercábamos a él con respeto y para escuchar su versión de la historia".

Más allá del documental y de un puñado de bandas más grandes, Álvarez considera que el heavy metal aún es marginado del mainstream. "En los canales de música no hay videos y en las radios solamente pasan las canciones de las bandas más conocidas. Darse a conocer es la parte más difícil", dice. Sin embargo, tal como lo refleja el documental, el heavy metal en la Argentina va más allá de la identificación con un género musical y es una forma de ser. Una forma que abrazó la propia directora: "El heavy metal dejó de ser simplemente la letra de una canción que escuchas de vez en cuando, es un estilo de vida".