11/11/2018

Warpaint y Death Cab for Cutie en el Personal Fest: guitarras al frente

Un mismo instrumento, distintas maneras de abordarlo.

Warpaint

Como un traslado del garage a la pista de baile. El breve set de las Warpaint en el Personal Fest fue del indie de noise sugerido al indie de pop explícito.

Con “The Stall” y “To Love Is To Die”, Emily Kokal y compañía comenzaron aplicando terapia de shock a sus melodías de apariencia amable. Electrocutar la canción y volver a empezar, como si nada. Entre texturas de guitarras arpegiadas, una batería que parecía atropellar todo y las voces entrelazadas con alguna influencia dream pop, las Warpaint armaron y desarmaron su maraña de sonidos a gusto y placer.

Antes del segmento bailable, Theresa Wayman soltó su guitarra para agarrar el micrófono con dos manos y liderar una versión extendida de “Beetles”. Más arpegios, más voces amacándose, más introspección.

Pero Warpaint también tiene hits transversales. Kokal tomó la posta y se plantó como frontwoman pop en “New Song”. De la mano de un beat de efecto inmediato, tomó la pasarela para cantar eso de que “Cuando vos llegás, hacés que la lluvia se vaya“, un guiño impensado a la jornada de ayer. Y para que quede claro cuál era el destino final del recorrido, “Disco // Very” fueron el cierre cantado (y bailado) para una presentación sin fisuras.

“Somos Death Cab for Cutie y venimos de Seattle, Washington”. El saludo al público de Ben Gibbard, antes de entrarle a “Summer Years”, tuvo una doble intención. La primera, de oficiar de carta de presentación ante una audiencia nueva. La otra, la de dejar en claro que, más allá de ser proclamada la cuna del grunge, su ciudad ahora está dominada por una tradición melódica y sensible de la que también forman parte Fleet Foxes, Band of Horses y Minus the Bear, todos con la canción como estandarte.

El debut porteño de la banda estuvo dominada por el cambio de formación que la banda tuvo que afrontar tras la deserción de Chris Walla, guitarrista y productor del grueso de su discografía. Con Dave Depper y Zac Rae aportando teclados y (más) guitarras, el universo indie rock de Gibbard cobra en escena un sonido más amplio y rico en matices, a tono con las canciones de Thank You For Today, su noveno álbum de estudio. Temas como “I Dreamt We Spoke Again” llenan de arpegios y arreglos de sintetizadores a un formato de canción que supo caracterizarse por saber aprovechar de la economía de recursos.

“The Ghosts of Beverly Drive” y “Long Division” siguieron la senda de indie pop guitarrero, hasta que “Title and Registation” y “Gold Rush” oscurecieron levemente un repertorio que se caracteriza por ser luminoso. Después de jugar al cantautor intimista en “I Will Follow You into the Dark” a acústica y voz, Gibbard condujo a la banda desde la sencillez de la mccartneiana “Crooked Teeth” hacia el proto kraut de “I Will Possess Your Heart”.

Pero como la emotividad es la que manda, Death Cab for Cutie puso en el cierre de su show dos de sus mejores exponentes: la folkie “Soul Meets Body” y “Transatlanticism”, una balada épica que crece de una expresión mínima en piano y voz a un estallido de caos controlado con la frase “Te necesito mucho más cerca”, repetida como mantra.