10/02/2020

Tumbando el Cosquín Rock: crónica y fotos del día 2

No tan distintos.

Duki

Duki tiene un gorro de Iron Maiden, le brillan los ojos, los párpados le caen hacia los costados y le dibujan una especie de tristeza por algo que aún no perdió. Tiene que cantar la parte de “Cojo putas como un rockstar” y no lo hace. Deja seguir la pista. Retoma al verso siguiente. No pasaron ni dos minutos de su debut en Cosquín Rock 2020 y ya es evidente: acaba de comenzar el show más enfocado de su carrera.

A partir de ahí, en cada canción reemplazaría “puta” por “chica”, agradecería a Cosquín Rock por abrirle las puertas al trap y pediría al público, como siempre, que se divierta sin lastimar al de al lado. Además de la buena conducta, Duki se hizo cargo de letras ajenas (el feat de Ysy A en “Vuelta a la luna”), mantuvo la intensidad sin dejar de lado el control de su voz y su flow se escuchó más nítido que de costumbre. De menos a más en el repertorio, se guardó la artillería pesada para el final. “She Don’t Give a FO”y “Goteo” hicieron las veces de cierre formal y “Tumbando el club” fue la coda obvia. Cazzu, Neo Pistea, Ysy A, Lucho SSJ y Obi Wanshot (todes se habían presentdo por separado más temprano) subieron para hacerse cargo de sus feats.

Todos atrás y Duki de 9.

¿Te gustaría ser el más Sid Vicious Duki de tu cuadra?” Iván Noble se hizo eco del gran atractivo de Cosquín Rock 2020: la convivencia traperos-rockeros en horarios y escenarios centrales del festival. Y aunque el debut tardío de Caballeros de la Quema empezó tímido (el público expectante y el cantante con poco aire), todo se encausó cuando el grupo puso primera con los hits indiscutibles: de “Rómulo y Remo” a “Avanti Morocha”.

“100% idea de Adrián”. Consultado por Silencio, José Palazzo contó cómo se decidió que Babasónicos no tocase en el Escenario Norte de Cosquín Rock 2020 sino en el Escenario Sur, el segundo en importancia, y que ayer domingo estuvo orientado casi en su totalidad al trap y la música urbana. “Podrían haber tocado después de Los Caballeros de la Quema, pero me dijo ‘A mí poneme con los jóvenes’”. Por la tarde, el productor del festival había dicho en Cosquín Rock FM que admiraba “la decisión de Wos de haber pedido tocar en el escenario principal”.

Entre la búsqueda de disrupción out-rocker de Babasónicos y la de legitimación transversal de Wos, se habilitó el tan deseado flujo de público y sonidos. Arriba del escenario, los de zona Sur apelaron a una lista poco complaciente, como si el éxodo a la tierra del trap no hubiese sido suficiente gesto. El juego de luces cruzadas (similar a las de su último Luna Park) y penumbras estáticas terminaron por redondear la puesta más lograda de la jornada. “La pregunta” y “Desfachatados”, con Dárgelos desgarbándose en cámara lenta como una marioneta manejada por un monje shaolin, se destacaron como puntos altos entre muchos.

Para Wos, la cosa se resolvió con menos misterio y más ansiedad. El sonido rockero de sus músicos y el mensaje progre de sus rimas le sirvieron para ganarse al público casi antes de comenzar. Una cita a Los Redondos, una letra anti Macri y un llamado a unir fuerzas contra los que “quieren que no seamos nadie” son más que suficientes para sumar adeptos en el Cosquín Rock.

Por si eso no fuera poco, volvió en el prime time como invitado de Ciro y Los Persas para improvisar en “Pistolas” (al igual que había sucedido en el festival Mastai), tema al que también se sumó el hijo del ex líder de Los Piojos.

Pero tal vez el mayor crossover de Cosquín Rock 2020 haya sido el protagonizado por Cazzu y Los Gardelitos. Primero, la cantante se sumó para “Llamame”, y por la noche Eli Suárez devolvió gentilezas y subió a tocar la guitarra en “Penas y problemas”. Si debajo del escenario aún quedaba algo de escepticismo... bueno.

En los márgenes de la dicotomía, Celeste Carballo hizo de La Casita del Blues, un escenario que generalmente tiene poco convocatoria, una celebración de rock and roll que se replicaría a gran escala con Los Ratones Paranoicos.

Porque si Cosquín Rock 2020 fue la edición de la diversidad, también fue el de la declaración de principios. Las Pelotas, la única banda con asistencia perfecta en la historia del festival, tuvo su lugar en el Escenario Norte antes de que Los Ratones Paranoicos (también conocidos como La banda que más sabe de rock and roll en la Argentina) pusieran el punto final a la noche. Sin gestos grandilocuentes, Juanse y los suyos comenzaron con “Enlace” y cerraron con “Para siempre”, que tuvo a Daniela Doffo y Toti Iglesias de invitades. En el medio, clásicos y no tanto, encadenados con la paciencia y sabiduría de quien teje una bufanda en un sillón hamaca.

La edición número 20 del festival de rock más federal de la Argentina seguramente sea recordada por su apertura estilística y la mayor presencia de mujeres en la grilla. Después de años de autocomplacencia y endogamia rockera, el aniversario no fue excusa para reafirmar clichés sino el motor para renovarse. En el mismo tango que canta que 20 años no es nada, Gardel llora por “vivir con el alma aferrada a un dulce recuerdo". Tal vez Cosquín Rock por fin haya soltado eso.