
Dentro de una grilla en la que el lugar estuvo reservado para el hip hop, el funk alternativo y el pop en sus diversas formas, a Royal Blood y Spoon les tocó la responsabilidad de representar un género que en la fecha del viernes tuvo presencia minoritaria: el rock de guitarras (o algo así, dado que el dúo británico se limita a las cuatro cuerdas). Ubicados en continuado en el margen del derecho del predio, ambos sets cumplieron con una cuota reglamentaria de distorsión en diversas formas posibles.
Un par de compases de "Where Are You Now?" les alcanzaron a Ben Thatcher y Mike Kerr para dejar en claro qué sucedería durante los siguientes 60 minutos. En un escenario sin más decorados que una pared de amplificadores Fender, Royal Blood apuesta hacer del menos, más: una batería monolítica y un bajo procesado por distorsiones, armonizadores y octavadores llenan el espacio para hacer que el dúo suene como una legión de guitar heroes. Con ese único recurso como bandera de su pequeña patria, la banda puede sonar como un pariente cercano a Muse en "I Only Lie When I Love You" sin ambiciones progresivas, redoblar la carga en "Little Creature" o intentar pasarle de cerca a los White Stripes menos caóticos en "Hook, Line & Sinker". Cuando los matices parecen estar a punto de rozar la monotonía, Royal Blood se sale de su propio formulismo en "Hole In Your Heart", con Kerr alternando entre el bajo y los teclados, mitad John Paul Jones, mitad Geddy Lee. El cambio fue tan necesario como mínimo: a la altura de "Figure It Out" y "Out of the Black" llevaron las cosas a su punto de origen, y a nadie pareció importarle.
“Yo ya estuve antes, pero es la primera vez que esta banda está acá, así que gracias por recibirnos”. Britt Daniel no faltó a la verdad: aunque el vocalista de Spoon pasó por Buenos Aires en 2011 con su proyecto paralelo Divine Fits, el show del viernes por la tarde fue efectivamente el debut local de la banda de Austin. Y por más que el cantante y guitarrista sea quien va al frente, en vivo son los polinstrumentistas Alex Fischel y Gerardo Larios los responsables de pasear al grupo por todos los terrenos posibles. Dentro de un mismo tema, Spoon puede pasearse entre el indie disco, el post punk y el math rock (“I Turn My Camera On”), fusionar las guitarras de The Strokes con armonías vocales (“Do You”) o jugar al ruido blanco sin preocuparse por límites de tolerancia auditiva. El tándem “Via Kaneela” / “I Ain’t the One” aportó experimentación y teatralidad , justo antes de que “Hot Thoughts” y “Can I Sit Next to You” apostaran por el pulso bailable. A la larga, ese es el beat de la cuestión.