27/05/2023

Los Fabulosos Cadillacs en el Movistar Arena: familia canción

Más hermanos que antes.

Los Fabulosos Cadillacs

Desde que se asumieron como una maquinaria capaz de encenderse y apagarse según la voluntad de sus partes, Los Fabulosos Cadillacs funcionan como una suerte de empresa familiar de aquellas que permiten arrogarse el mote de llevar más de treinta y cinco años en su rubro. Ese aire se respira no solo entre el aire de camaradería constante de un grupo que supo ser caracterizado por la volatilidad de sus propios integrantes, sino también por la renovación generacional que supuso la incorporación a sus filas de los hijos de sus dos líderes cumpliendo roles clave. Por eso, por más que el argumento con el que estos shows en el Movistar Arena haya sido la celebración por los 30 años del lanzamiento de “Matador”, lo que se vivió en Villa Crespo en su primer show en Buenos Aires en cinco años fue en realidad la celebración de un legado que atraviesa generaciones ya no solo debajo del escenario, sino también arriba de él. 

Tanta es el agua que corrió debajo del puente en este tiempo que quienes sirvieron como inspiración para canciones clave de su repertorio ahora son parte del engranaje de la banda. Para muestra, Florian Fernández Capello guió desde su Stratocaster blanca los aires santanistas de “El muerto” (1997), mientras a su lado su padre Vicentico entonaba los versos que escribió cuando él era apenas un niño (Las palabras de Florian fueron tan puras que me hicieron levitar). Más tarde, a la hora de los bises, tras un escueto solo de bajo, Flavio Cianciarulo comandó una versión despojada de “Vos sabés”, que compuso para el nacimiento de su hijo Astor, actual percusionista y ocasional bajista y baterista cadillac. Todo queda en familia. 

En todas sus vidas y posteriores reencarnaciones, Los Fabulosos Cadillacs fue una banda que canalizó el ska, sentó las bases del rock alternatino, buceó en el hardcore y coqueteó con el jazz sin solución de continuidad. De ahí que su show en el Movistar Arena haya sido un muestrario de todas sus facetas posibles, capaz de aportar cuotas de two-tone con  “Cadillacs”, “Estoy harto de verte con otros”, “Nro 2 en tu lista” y “El aguijón”, todas con sus respectivas ruedas de pogo en el campo. También hubo lugar para otras búsquedas, como el pulso vibrante de “El muerto”, el latincore de “Carmela”, el dub espectral de “Los condenaditos” (con cita a “Averno, el fantasma”) y “Saco azul”, con Vicente, el hijo menor de Vicentico, en guitarra rítmica.

La legitimación del legado cadillac para con la cultura latina atravesó el show, desde “Manuel Santillán, el león” a “Demasiada presión” pasando por “El genio del dub” y la rabia inapagable de “V Centenario”. Con Rotman en su doble rol de saxofonista y MC, la banda también aportó un pulso caribeño con una lectura ralentizada de “Calaveras y diablitos”, la versión a banda completa de “Basta de llamarme así” y el dub espeso de “Siguiendo la luna”. En ese misma línea, la triada final no escatimó en intensidad, con “Carnaval toda la vida”, “Mal bicho” y “Matador” hilvanadas casi en continuado, un show dentro del show.  

Los bises también respetaron ese formato de pluralidad de género, con un solo de bajo de Flavio que fue de “Post-crucifixión” al Himno Nacional Argentino para luego recalar en la ya mencionada “Vos sabés”, que luego se fundió en “Hoy lloré canción”. Después fue el turno de volver al ska como respuesta a todo, primero de la mano de “Mi novia se cayó en un pozo ciego” y luego con “Belcha”, con Luciano Jr. como invitado, antes de que Astor y Flavio fueran el pivote rítmico de una versión de “Vasos vacíos” interpretada a dos bajos. Y si para la altura de “El satánico Dr. Cadillac” ya parecía haber sido suficiente, el cierre con “Yo no me sentaría en tu mesa” reforzó la idea de familia ampliada, recibiendo de nuevo a sus invitados, a los que se acopló también Vaino Rigozzi, primer guitarrista del grupo. Mientras el público coreaba su leit motiv, los músicos intercambiaban instrumentos y se fundían en abrazos, reforzando la idea de que para Los Fabulosos Cadillacs eso de “ahora somos más hermanos que antes” sigue tan vigente en 2023 como lo estaba en 1987.