
En lo que fue su último show de 2015, La Renga desbordó el estadio José María Minella, de Mar del Plata. Con 40 mil entradas agotadas con antelación, el trío de Mataderos puso punto final a la gira de Pesados vestigios, al menos por este año. A lo largo de treinta y dos temas, la banda hizo hincapié en su último disco de estudio, y repasó toda su carrera, con el énfasis puesto en Despedazado por mil partes y Detonador de sueños. Con tres teloneros para matizar la espera (Fósforo y la Monte Hermoso, La Rústica y Larry Zavala), La Renga salió a escena apenas pasadas las diez de la noche, con “Corazón fugitivo”.
Con un escenario de proporciones considerables (75 metros de ancho por 20 de fondo) coronado por cuatro pantallas gigantes, la banda sorteó algunos problemas de sonido que poco parecieron importarle al público, en tanto y en cuanto sonasen “Balada del diablo y de la muerte”, “Twist del pibe”, Panic show” o “La razón que te demora”. Poco antes de los bises, Ale Kurz, de El Bordo, se sumó a Chizzo, Tete y Tanque para festejar su propio cumpleaños, a guitarrazo puro con una versión de “Oportunidad oportuna”.