17/03/2018

Damas Gratis en Lollapalooza: cumbia, nenx

Pablo Lescano, el creador.

Damas Gratis

Cuando el presentador de Damas Gratis se refiere a Pablo Lescano como "el creador de un estilo", no sólo no está exagerando: también está marcando una diferencia con el resto de los más de 100 artistas que integran la grilla del Lollapalooza 2018.

Y Lescano cierra contundente con la única palabra que dice al micrófono antes de arrancar su show: "Cumbia". Porque si algo siempre tuvo en claro en todo momento es que si él y su música iban a ser legitimados fuera del ghetto, era que lo iba a lograr bajo sus propios términos y condiciones. Por eso el comienzo fue directo al corazón de la cumbia villera con "Esos celos" y "Alza las manos", con intro de "Para Elisa" incluida.

Una vez el micrófono recobró el volumen necesario y, desde el corazón de San Isidro, disparó el guiño geopolítico más irreverente del fin de semana: "El que no salta es un concheto". Tampoco pudo evitar sonreír cada vez que arengó con su clásico "Arriba las palmas de todos los negros". Como parte de un mismo combo, Lescano fue de los gestos ATP (el agite de una botella de gaseosa cual si fuera champagne) a los éxitos que lo convirtieron en aquel paria a censurar y debatir en cualquier programa de chimentos en los inicios del nuevo siglo ("Laura", "100% industria argentina").

Legitimado desde hace años por las clases medias-altas, con sus participaciones en la Masterplan de Crobar, y por sus feats con artistas de géneros disímiles como Vicentico y Fidel Nadal, Lescano confirmó que logró su crossover sociocultural sin concesiones a ningún sonido lejano a sus intereses. Hubo homenaje a la Mona Jiménez con "¿Quién se ha tomado todo el vino?" y también algún rapto ska para acelerar el final de los temas.

Debajo del escenario, un público dispuesto a pagar el 30% del sueldo mínimo, vital y móvil para entrar a un festival tuvo su momento de escapismo marginal cuando se cantó eso de que "somos los dueños del pabellón". Todavía falta saber si ese instante se consolida como el momento de integración de clases en la pista de baile. Con todo, no es Pablo Lescano quien precisa comprender que el que te hace bailar también puede tener un origen común con el que no puede hacer otra cosa que pedir monedas en el subte para sobrevivir.