15/09/2017

Björk - "the gate"

La islandesa le canta al amor después del amor.

Nick Knight

A una semana de que aquella joya del art-pop de fines de los 90 llamada Homogenic cumpla 20 años, Björk no da indicios de querer bajar el ritmo. Al anuncio de un nuevo disco (todavía de nombre desconocido) sigue ahora "the gate", el primer adelanto, que de alguna manera indicaa por dónde irá en sus nuevas aventuras sonoras post-Vulnicura (2015). El equipo de Silencio se animó a abrir una vez más la puerta al fantástico mundo de la islandesa, y esto fue lo que encontró:

Rodrigo Capeans: "Este disco es sobre redescubrir el amor, pero de una forma espiritual", había adelantado la artista sobre su nuevo trabajo de estudio. La clave está en la elección de la palabra "redescubrir": Björk no se acerca al acto de amar como una inexperta, sino como alguien que ha sentido los embates de la pasión, vivido en éxtasis sus momentos más dulces, pero llevado también a flor de piel sus desilusiones. "Mi herida en el pecho curada / transformada en una puerta", son las primeras palabras inteligibles que le oímos cantar tras una introducción en la cual su voz se superpone en capas armónicas que parecen venir de un más allá. La herida, claramente, es la de su separación tras trece años junto al artista Matthew Barney, uno de los grandes ejes temáticos de Vulnicura (2015). Y en esta carencia vuelve a hacer foco sobre una instrumentación con todos los sellos del productor Arca (la cadencia llena de espacios y ecos con samples vocales flotando sobre sintetizadores frágiles). Pero al final, algo de luz; esa puerta que se abre para dejar entrever que es posible volver a confiar: "Si te preocupas por mí, me preocuparé por vos". Björk está aprendiendo a amar de vuelta, y el proceso promete ser fascinante.

Sebastián Chaves: Tanto desde lo sonoro como desde lo temático, "the gate" se desprende como una continuación de Vulnicura. Si aquel, su disco más autobiográfico, era una diario íntimo de su separación, este nuevo single se presenta como la salida de su post love depression. Pero aunque su pecho haya sanado y se haya "transformado en una puerta que recibe y da amor", Björk todavía flota en su propio dramatismo. Entre arreglos de acuerda y beats sutiles y enrevesados (cortesía de Arca), la cantante islandesa confecciona una plegaria para todo aquel que sepa que despedirse del dolor puede ser tan triste como cualquier otra despedida.

Roque Casciero: En la letra de “the gate”, Björk da cuenta de que el dolor de la separación que narró en Vulnicura ya quedó atrás y que está nuevamente dispuesta para el amor. Y también una interpretación al punto del desgarro cuando repite “Me preocupo por vos” en el estribillo. ¿Alguien dijo balada romántica? Sí, pero ciertamente no de las del tipo que FM Aspen programa a la medianoche. Entre fragmentos de minimalismo extremo (por momentos sólo se escucha una respiración deformada por efectos), una orquestación alienígena que explota desde distintos planos sonoros y coros que parecen ser parte de otra canción, la voz de la islandesa aparece como constante melódica mientras, en plena madurez, habla de sanación y de partes que volverán a unirse. Una balada björkmántica, entonces.