01/06/2023

Noel Gallagher's High Flying Birds - "Council Skies"

Todos somos de algún lugar.

A lo largo de su carrera como solista, Noel Gallagher mantuvo y mantiene una relación ambivalente con su pasado. Así como su peregrinaje fue una continuación del lugar en donde había quedado Oasis, cada paso posterior buscó tomar cada vez más distancia del formato de canción que convirtió en su marca registrada. La maniobra lo llevó a coquetear con la electrónica en su anterior trabajo (y a sumergirse más en ella en la trilogía de EP’s que le siguió), hasta que la pandemia pareciera haber logrado un inesperado regreso al punto de partida. Y en una llamativa maniobra del destino, al hacer las paces con su legado y su historia, Gallagher finalmente logró el disco más distintivo de su carrera en solitario.

Su portada en tonos sepia sugiere que Council Skies Gallagher emprende un trip nostálgico a su terreno seguro. Y si bien el mismo músico se apuró en definirlo como “reflexivo”, el disco tiene una paleta de colores lo suficienmente amplia como para cubrir un abanico de posibilidades sin desacomodar las piezas. Con un formato casi constante de banda, guitarra acústica y un telón orquestal de fondo (una fórmula que probó funcionar de maravillas para casi cualquier músico británico en los noventas), el autor de “Holy Mountain” buscó cómo llevar ese mismo andamiaje por distintos terrenos sin que la sombra de Oasis asome más de lo necesario.  

La primera muestra de esta configuración está en la apertura. Con un clima que crece paulatinamente, “I’m Not Giving Up Tonight” es un northern soul a velocidad crucero en el que los bronces tienen un lugar preponderante. En la canción que da nombre al disco, Gallagher echa mano una vez más a la influencia de Burt Bacharach para darle forma a una bossa nova beat que sirve como telón sonoro para recordar sus días el anhelo de gloria en sus días de juventud. También hay lugar para algún guiño beatle en la psicodelia fogonera de “There She Blows” y para el optimismo galopante de “Love is a Rich Man”.

Noel Gallagher

Estar en sintonía con el pasado significa también que Noel Gallagher no dudó en recurrir a la moldería que más parece conocer de memoria: la de las canciones épicas, que en Council Skies tiene como abanderada a “Easy Now”, una balada que desemboca en un estribillo tamaño estadio, hermanada en ambición con el pop diáfano de “Open the Door, See What You Find”. Esas búsquedas que parten del refinamiento de lo ya conocido son las que le permiten a Gallagher poner en lo más alto del disco a sus momentos más rupturistas. Primero, “Pretty Boy”, una suerte de post punk incisivo con Johnny Marr en guitarras y tan deudor de The Cure que el propio Robert Smith realizó un remix del tema; en continuado, “Dead to the World”, quizás su canción más emotiva en años sostenida solo por una guitarra, cuerdas y una interpretación vocal conmovedora. 

Por momentos, el paso del tiempo y lo que se fue y no volverá parecen cubrir con nubes grises el horizonte de Council Skies. Primero, la añoranza de la vida prepandémica parece regir los sinfonismos melancólicos de “Trying to Find a World That’s Been And Gone”; sobre el final, “Think Of a Number” funciona como una despedida agridulce en el que el plano sentimental parece haber bajado al papel. Probablemente consciente de eso, Gallagher decidió incluir un bonus track como cierre definitivo: grabada y publicada por primera vez durante la cuarentena, “We’re Gonna Get There In the End” aporta al álbum una última cuota de esperanza, el recordatorio de que el sol brilla para todos tarde o temprano.